Mientras la cúpula castrista hace negocios gordos con empresarios extranjeros, vende y explota a sus médicos en otros países y planea cómo tapar sus huecos económicos con tarifazos eléctricos, envía a sus ministros a entretener a la audiencia del programa de propaganda Mesa Redonda.
En las calles de Cuba hay enormes colas para comprar cualquier suministro básico, hay represión pura y dura, persecución de periodistas, pero en la televisión nacional los dirigentes pintan como muestra de respeto al pueblo, su preocupación por el precio de pizzas criollas, hamburguesas y panes con salchicha.
Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior, compareció en la Mesa Redonda, durante la noche de este lunes, y reconoció que el alza de precios generó “insatisfacciones que estamos revisando”.
Según la funcionaria, el descontento mayor es “con las pizzas, con las hamburguesas (…), con los jugos, con el pan con perro [salchichas]…”
La ministra refirió que en lo que llama “la gastronomía popular de tercera categoría, la piza está en un entorno [de precios] máximo de 15 pesos”, un tope que no debería sobrepasarse, a no ser que se trate de un establecimiento estatal de “otra categoría”.
El castrismo que no es eficiente nada, excepto en complicarle la vida a los cubanos, da vueltas por años y años sobre los mismos asuntos sin resolver, porque la solución escapa a un sistema altamente centralizado y corrupto. La titular de Comercio Interior aseguró con aire de suficiencia, como si supiera de qué está hablando: “revisaremos de nuevo, nosotros tenemos los cálculos hechos, buscaremos los fundamentos económicos [para la subida de precios]”.
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Como si fuese algo nuevo, recién descubierto, Díaz Velázquez dijo que “no es posible que el sistema empresarial traslade la ineficiencia al servicio”.
La funcionaria también informó sobre los nuevos costos para los clientes en la famosa “Catedral del helado”, Coppelia: la bola de 90 gramos (que nunca llega a ese peso) que se expende en “Las cuatro joyas”, local climatizado y con mesas para sentarse, será fijado en 7 pesos cubanos.
En el área de “canchas” y las torres, se redujo a cinco pesos cada porción, mientras que, en las afueras de la heladería, se deberá abonar 4 pesos por una bola con barquillo.
Respecto a parques recreativos como el Lenin, Expocuba y La Isla del Coco, precisó que los tickets para aparatos costarían 5 pesos para los menores de edad, y 10 para los adultos.
Los cubanos en redes sociales no han tardado en señalar la ridiculez de un Estado que luego de asegurar que estudió durante años las medidas a implementar para eliminar el CUC, ahora se han mostrado torpes al enunciarlas, han debido reajustar algunas ante el rechazo popular, y van a los medios de propaganda comunista a ocuparse del precio de comida chatarra como si fueran asuntos con la dificultad de la física cuántica.