Luego de demorarla bajo pretextos, según denuncias de familiares, el régimen cubano concedió la libertad condicional a la Dama de Blanco Martha Sánchez, a quien en 2018 sentenció a cuatro años y seis meses de cárcel por los supuestos delitos de “desacato” y “resistencia”.
La opositora salió de la Prisión Provincial de Mujeres El Guatao, provincia de La Habana, esta semana, según confirmó ella misma a Radio Televisión Martí. Madre de cuatro hijos, Sánchez fue detenida en marzo de 2018 y condenada unos cinco meses después.
El 11 de marzo de 2018, cuando se dirigía junto a otras opositoras a la Parroquia San Marcos Evangelista para protestar, se les impidió la movilización en la provincia de Artemisa. Al ser detenida, gritó “Abajo la farsa electoral”, “Abajo los Castro”, “¡Libertad para los presos políticos!”, por lo que el régimen le fabricó un caso en su contra bajo la controvertida figura jurídica de “desacato”.
En la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Artemisa fue golpeada y maltratada, según denunciaron Sánchez y compañeras de organización en ese momento, y en el juicio, donde su defensa corrió a cargo de un abogado de oficio, no se le permitió llevar evidencias ni testigos para defenderse.
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Familiares de Sánchez denunciaron en septiembre que las autoridades del régimen estaban demorando la libertad condicional de la opositora. Su hermano, Joaquín Sánchez, dijo que ella estaba pasando por “un momento que no es fácil”.
“Ya tiene dos años y nueve meses y ahora le tocaba la libertad condicional, pero se la están denegando y denegando cada vez que está a punto de salir", agregó en ese entonces.
En una llamada telefónica que Joaquín tuvo con Martha, ésta le contó que le daban pretextos para no dejarla terminar su condena fuera de prisión, como las publicaciones y denuncias de su hermano en redes sociales o las conversaciones telefónicas que tenía con Berta Soler, líder de las Damas de Blanco.
El pasado noviembre en el foro virtual "Mujeres Entre Rejas", organizado por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), se cuestionó el silencio de la comunidad internacional sobre la violencia ejercida contra las mujeres en la isla.
"Hay muchos organismos que están en el deber de hablar y exigir al régimen cubano que cese la violencia contra las mujeres, pero [la violencia] lo que hace es recrudecerse. Ellos, con su silencio, se hacen cómplices", denunció desde La Habana Bertha Soler, líder de las Damas de Blanco, a propósito del evento.
