La reportera independiente, Iliana Hernández, reflexionó este viernes sobre un escenario de salida masiva a las calles de Cuba y cuál sería ahí el papel de los militares.
Según publicó en Facebook una de las huelguistas del Movimiento San Isidro, "si los cubanos salen a las calles los militares se les van a unir. Ese es el miedo que vi en los ojos de quienes me secuestraron el miércoles".
El 2 de diciembre, Hernández fue detenida por las fuerzas represivas del régimen cubano, cuando se dirigía al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) para pedir un derecho a réplica por lo que están difundiendo de ella en los medios estatales.
La activista, quien estuvo en huelga de hambre durante una semana en la sede del Movimiento San Isidro, fue conducida a su casa luego de que, en la noche del 26 de noviembre, agentes al servicio del castrismo entraran vestidos de médicos a la sede de Damas 955 y desarticularan al grupo de manifestantes que exigían la liberación del rapero Denis Solís.
Sobre el polémico tema de qué haría el ejército en caso de un estallido social, también opinó el líder opositor, Guillermo "Coco" Fariñas.
En una entrevista concedida al canal de Youtube de Boris Sancho, el activista villaclareño dijo que no creía que los militares dispararan.
"Eso no va a pasar y ellos (el gobierno) están evitando eso", añadió.
De acuerdo con Fariñas, el régimen cubano espera la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en enero próximo y que ocurra un éxodo masivo nuevamente en la isla.
"Que todas las personas que se sientan insatisfechas se vayan al exterior y comiencen a mandar divisas. Ese es su plan estratégico", explicó el opositor.
Sin embargo, el psicólogo de profesión alegó que "el día que el ejército le dispare al pueblo, se acabó".
Esta semana también el director ejecutivo de la Fundación por los Derechos Humanos en Cuba (FHRC, en inglés), Juan Antonio Blanco, envió un mensaje urgente a los militares cubanos sobre el despliegue de fuerza en las últimas semanas.
En un video que circula en las redes sociales, Blanco manifestó preocupación por "las señales de pánico que están dando frente a las manifestaciones de la población y la lógica perversa en la que están escalando la represión, en lugar de establecer espacios de diálogo".
