Las recientes medidas anunciadas por el régimen de La Habana, sobre todo lo referido a reapertura de fronteras, muestran la necesidad que tienen de que entre dinero al país para evitar la bancarrota nacional.
Según comentó en su blog el economista exiliado, Elías Amor, la nota del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), señalando que cubanos residentes pueden ingresar a la isla con pasaporte vencido y sin prorrogar, no se trata de razones humanitarias.
"Las autoridades quieren aprovechar el incremento de las posibilidades de viaje tras el restablecimiento de las operaciones aéreas regulares y la apertura de los aeropuertos. ¿Cuánta gente volverá en estas condiciones? Es evidente que se busca como sea la recaudar divisas, con cada uno de estos viajeros", añadió el académico.
Amor recordó que pese a las sanciones del mandatario, Donald Trump, en 2019 los cubanos residentes en el exterior, la mayoría en EEUU, constituyeron el segundo segmento por número de viajeros, más de 623.972, el 14.5% del total, en las entradas de turistas en Cuba.
"No es extraño que el régimen comunista, agobiado por la escasez de divisas, les ponga una alfombra roja, y todo tipo de facilidades para que vuelvan y lo hagan cargados de divisas. Una de cal y otra de arena", expresó el economista.
Sin embargo a la diáspora, es decir, a los cubanos residentes en el exterior, se les trata de forma diferenciada y no tendrán 'ventajas' en esta reapertura: deben ingresar con pasaporte vigente y sus respectivas prórrogas.
Otra medida tomada es el cobro de una 'tarifa sanitaria' por un valor de 30 dólares, al entrar por los aeropuertos, ya que realizan la prueba PCR.
Desde el pasado 15 de octubre comenzó la reapertura de aeropuertos en Cuba, y ya este domingo se sumó el aeropuerto internacional José Martí, de La Habana.
En esta primera jornada las dos terminales internacionales del aeródromo de la capital cubana tenían programados más de 20 vuelos, once de ellos procedentes de EE.UU. y de los que el primero en aterrizar durante la mañana de este domingo fue uno de la aerolínea SwiftAir con origen en Miami, que fue recibido con los tradicionales arcos de agua a presión.
La reapertura del aeropuerto José Martí, que desde abril solo operaba vuelos humanitarios y de carga, se llevó a cabo "bajo estrictos protocolos de bioseguridad que se mantendrán mientras dure la crisis sanitaria", explicaron a la prensa autoridades del aeropuerto.
Los protocolos de bioseguridad incluyen la toma de temperatura en diversos puntos del aeropuerto, una evaluación física a cada pasajero, la entrega de una declaración jurada de sanidad, el uso obligatorio de la mascarilla, la distancia física y la desinfección de las manos.
A todos los pasajeros se les realiza una prueba PCR a su llegada y una segunda al quinto día de permanencia en territorio cubano, cuyos resultados en ambos casos se conocerán en un periodo de entre 24 y 48 horas.