La venta de divisas seguirá siendo un delito en Cuba. Así lo afirma el anteproyecto del Código Penal, a aprobarse en abril de 2022, que asigna multas y penas de dos a cinco años de privación de libertad para quien venda divisas.
Según el artículo 316.1, del apartado dedicado al tráfico ilegal de moneda nacional, divisas, metales y piedras preciosas, las sanciones, que oscilan entre multas de quinientas a mil cuotas y la cárcel, serán aplicadas a quien: “(…) venda o, por cualquier medio ceda, trasmita o adquiera moneda, cheque, giro, cheque de viajero o cualquier otro efecto de crédito análogo denominado en moneda extranjera, infringiendo las disposiciones legales; y “haga operaciones de cambio en mercados negros de monedas nacionales o extranjeras o por canales distintos a los legalmente establecidos”.
El único lugar donde los cubanos pueden adquirir divisas hoy es el mercado informal, pues el gobierno carece de fondos para solventar la demanda de estas monedas, especialmente necesarias para depositar en las tarjetas en Moneda Libremente Convertible (MLC), a través de las cuales se pueden adquirir productos que no existen en las desabastecidas tiendas en pesos cubanos.
Actualmente el cambio del euro asciende a 110 pesos cubanos, y el dólar ronda los 100, precios desorbitantes que se acercan a los establecidos en el mercado negro durante el periodo especial.
Hasta hace una semana, el MLC superaba al dólar en el mercado informal de divisas, pero al decir del medio independiente El Toque, esta realidad cambió.
Establecida a partir del cálculo de la mediana de centenares de mensajes de oferta de compraventa de divisas en grupos de redes sociales, la tasa de El Toque arroja que este domingo, 30 de enero, se requieren 100 pesos cubanos para comprar un dólar estadounidense en efectivo y 98,5 para una unidad de MLC.
Antes del 1 de enero de 2021, fecha de inicio del “ordenamiento” monetario y cambiario emprendido por el régimen, e incluso con los agravantes de la crisis económica endémica de Cuba provocados por la pandemia de coronavirus, el dólar se equiparaba al extinto peso cubano convertible (CUC) y se podía adquirir en el mercado informal a la tasa fija gubernamental de 25 pesos.
El “ordenamiento” y la escasez de alimentos y bienes de primera necesidad han disparado la inflación en Cuba, al punto de que la moneda nacional de la isla fue la que más se depreció en el mundo durante 2021, de acuerdo con un análisis comparativo de la compañía estadounidense Bloomberg, dedicada a la asesoría y el análisis en materia financiera y bursátil.
Muchos han comentado en las redes que la diferencia de valor entre el MLC y el dólar deriva en la grave oleada migratoria cubana actual, así como la reciente apertura del libre visado a Nicaragua, país a través del cual los cubanos pueden emprender viaje hasta la frontera entre México y Estados Unidos.
Además, desde el 21 de junio de 2021, los cubanos no pueden depositar dólares en los bancos del país, medida gubernamental que empeoró la situación del cubano de a pie.