Permanecen en huelga de hambre cinco cubanos que se encuentran retenidos en la Oficina de Detención y Deportación (ICE) de El Paso, ciudad al borde de la frontera entre Estados Unidos y México.
Según un reporte publicado en el sitio web de noticiasya.com los pedidos de asilo político de los cubanos han sido suspendidos tras la pandemia de COVID-19 y se encuentran en proceso de deportación.
En una entrevista en video, el abogado del migrante Fredy Jesús Rodríguez, señaló que continúa retenido arbitrariamente. “Puede permanecer encarcelado hasta seis meses una vez que la deportación es aprobada y ya lleva once. Le pueden poner un grillete, indicar arresto domiciliario… pero once meses después es algo que no solo es irrazonable, también irresponsable”, refirió el letrado.
Rodríguez indicó que se violan las leyes y es un “abuso de poder”. En los últimos meses este cubano ha pasado por seis Centros de Detención y se contagió con coronavirus.
Señaló además que él y los otros cuatro cubanos continuarán la huelga hasta que les ofrezcan su liberación condicional y puedan ser deportados, lo que ha demorado por el cierre de las fronteras en Cuba para vuelos comerciales.
Según Rodríguez, durante la huelga dejarán de tomar sus medicamentos de la presión, colesterol, tiroides… “No vamos a parar hasta que nos den una solución, esto es un abuso”, insistió.
El Paso es la segunda ciudad más importante a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, después de San Diego. Se encuentra frente a Ciudad Juárez, Chihuahua, (México), ciudades separadas por el río Bravo o río Grande.
Migrante cubano Fredy Jesús Rodríguez, retenido en la Oficina de Detención y Deportación (ICE) de El Paso. Foto tomada de grabación de video publicada por noticiasya.com
Por otra parte, cubanos que conforman parte del grupo de medio centenar de migrantes procedentes de la isla, ubicados en un precario campamento en la región rural de La Cruz de Guanacaste, Costa Rica, han ofrecido sus testimonios sobre la realidad que viven allí.
Son el remanente de unos 400 caribeños que en agosto último habían quedado varados en la localidad tica de Peñas Blancas, fronteriza con Nicaragua y que fueron alojados en La Cruz.
“Quedamos 48, hay 3 embarazadas y tres niños, uno con discapacidad física”, dijo a Radio Televisión Martí, Adam Ramírez Arango, uno de los migrantes, quien agregó que el resto partió de manera irregular hacia la frontera de México con EEUU, en medio de una pandemia y férreas restricciones migratorias.
Al norte, les queda Nicaragua, país que mantiene sus fronteras cerradas debido a la crisis sanitaria y solo permite el ingreso a aquellas personas que porten una constancia oficial del resultado negativo de la prueba por COVID-19.
El gobierno de Costa Rica ha decidido mantener a los cubanos en su territorio y no optar por la deportación, proceso que tradicionalmente el gobierno de San José no lleva a vía de hecho en el caso de los caribeños, siempre y cuando no contravengan las leyes del país.
Cabe recordar que a finales de 2015, Costa Rica acogió a 4, 817 provenientes del Tapón de Darién, Colombia.
Hoy, el campamento de La Cruz, habitado por 27 hombres, 18 mujeres y 3 niños, todos cubanos, está cercado y custodiado por cuatro agentes de la Dirección de Inmigración.
