Iranidis Iris Fundora, quien según se indica en su perfil personal en Facebook radica en la capital del país, dirigió un mensaje a través de esta red social al mandatario del régimen cubano Miguel Díaz-Canel y al presidente del Banco Metropolitano de La Habana:
“Llevo tres días sin poder acceder a ningún cajero automático para sacar dinero de mi tarjeta porque no funcionan los cajeros. Cuando voy a pagar en la tienda con tarjeta, pues no cuento con efectivo, me dicen que no funciona el sistema o no hay conexión”.
“PREGUNTO: ¿Cómo pretenden ustedes que yo confíe en los cambios que están haciendo si NADA funciona?”, cuestionó Fundora.
La joven cubana añadió: “Con respecto a las tres monedas que están circulando en el país y el caos que esto está generando hay muchas preguntas sin responder”. “Ojalá alguien le dé el recado. Gracias”, ironizó.
Desde el pasado mes de julio abrieron en el país decenas de tiendas en divisas extranjeras. El ministro de Economía, Alejandro Gil aseguró que el objetivo de las mismas es captar una “demanda solvente” en el país que puede comprar en dólares u otras MLC estas mercancías, obviamente, a altos precios.
Los cubanos, desde el surgimiento de las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), en medio de la pandemia, viven con incertidumbre y preocupación. En redes algunos han preguntado si el régimen cubano tiene alguna estrategia para aquellos que no tienen dólares.
En la Isla, donde los salarios medios son exiguos y la mayoría de los cubanos no tienen acceso a divisas la situación se agrava con los días. Las tiendas en MLC tienen productos mientras que en las otras “abunda” la escasez; evidenciando así las diferencias entre cubanos y el cinismo de la dictadura.
La usuaria de Twitter Leydis Luisa Hernández Mitjans cuestionó el pasado 12 de octubre sobre una estrategia que parece no existir:
“Finalmente, cuál es la estrategia para los que no tenemos MLC”, escribió.
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Por otro lado, cada vez crecen más los rumores, fake news e informaciones oficiales con pocas certezas sobre la llegada del esperado y temido “día 0”, el del fin de la dualidad monetaria en Cuba, los cubanos siguen aventurando en clave analítica todas las posibles implicaciones de la medida en su día a día.
No hay guagua, cola o reunión familiar en la que no se aborde el tema de la muerte del CUC y la presumible vuelta al reinado del dólar estadounidense, ese en el que hoy se pueden comprar en la isla, envuelta en una severa crisis y profunda escasez, más y mejores alimentos y artículos que en cualquiera de las dos monedas nacionales.
Incluso en los espacios que los medios oficialistas destinan para la recepción de comentarios de sus lectores, a diario se ven opiniones y suposiciones sobre cómo será el nuevo día a día en Cuba tras el fin de ese 24 o 25 por uno que ha caracterizado la vida de los cubanos desde que el régimen decidió despenalizar el dólar y, un poco después, establecer esa tasa de cambio fija, estableciendo una paridad ignorante del mercado mundial entre USD y CUC.
