Activistas cubanos y familiares de Lisnaby Valdés Rodríguez, una de las tres niñas fallecidas por el derrumbe de un balcón en La Habana Vieja, hicieron un homenaje en memoria de la pequeña que este 19 de septiembre estaría cumpliendo 12 años.
Lisnaby falleció con apenas 11 años a finales de enero, junto a otras dos niñas cubanas, tras desplomarse el balcón de uno de los inmuebles en ruinas de la Habana Vieja, mientras las menores jugaban en la acera.
“Hoy es el primer año que la niña no está por negligencias de este país. (…) Ese cuadro con una vela es lo único que queda de mi hija”, dijo su papá este 19 de septiembre, en el día que la pequeña estaría celebrando su cumpleaños junto a familiares y amigos.
En una esquina del interior de su hogar colocaron una mesita con un retrato de la niña, vasos de agua y velas encendidas para “que su alma descanse en paz”. En otro espacio, pusieron confituras, refrescos y un cake. “Así le gustaba celebrar, por eso hemos preparado este homenaje”, refirió en una directa de Facebook el activista y colaborador de ADN Cuba, Esteban Rodríguez.
“Los hermanos del exilio y nosotros no nos olvidamos del sufrimiento de nuestros hermanos. Por eso hemos preparado esto”, explicó Rodríguez en la trasmisión en vivo por la página en Facebook de ADN Cuba.
Familiares de la menor y algunos amigos de la escuela se reunieron para recordarla.
“Más de 7 meses y todavía no han dado respuesta de nada, no preocupa tanto este asunto como fue el del niño Elián Gónzalez, y los que embarraron bustos de Martí de sangre en 24 horas fueron arrestados… Le digo al mundo que la muerte de mi hija no se va a quedar impune, voy a hacer lo que tenga que hacer”, aseguró el padre Lisnaby.
“Este país mató a mi hija y hoy no me querían dejar entrar al cementerio a ponerle flores, tuve que brincar la cerca, llamar a la persona de la Seguridad que me atiende y ellos hacer llamadas y así fue como me permitieron ponerle las flores, así trabaja este país”, explicó en su conmovedor mensaje.
El padre de la víctima afirmó: “¡No me voy a cansar! Culpables son todos, desde el primero que es Díaz-Canel hasta el último” del gobierno.
Ante una pregunta del colaborador de ADN Cuba, sobre si tenía agentes de la Seguridad del Estado vigilándolo, el padre explicó que desde que caminó “con un cartel exigiendo que se diera respuesta, tengo un agente que no me deja respirar, pero no le tengo miedo a nadie de este país, la muerte de mi hija no va a quedar impune”.
“De frente me pintan un papel pero no sé de espalda. Me pusieron una multa de 2 mil pesos, porque yo no tengo nada que me identifique con el país cochino este, pero en vez de por indocumentado, me la pusieron por uso incorrecto del nosobuco (mascarilla). Rompí la multa, estoy esperando que me metan preso, pero no la voy a pagar”.
“Ninguna familia ha recibido respuesta, pero somos del bulto, no de la aristocracia. Si fuéramos familiares de la gente de la alta (la cúpula castrista), ni siquiera esa multa ocurre, porque este país es así, a base de mentiras y engaño”, sostuvo.
“Al exilio cubano le pido que no me pierdan ni pie ni pisada y que vivan al tanto de lo que me pueda pasar en este país, porque ya saben lo que ocurre con quien no calla las verdades de lo que ocurre aquí”, agregó.
Conmovido señalando el retrato de su hija, aseguró que no dejará de reclamar justicia por su muerte.
Las otras víctimas mortales de este siniestro fueron María Karla Fuentes (12 años) y Rocío García Nápoles (11 años).
Lea también
En tanto, una mujer adulta de nombre Rosa, que había quedado atrapada este miércoles en la noche bajo los escombros de un edificio multifamiliar en la Habana Vieja, murió por las heridas sufridas durante el derrumbe, confirmaron a ADN Cuba otros afectados por el desastre.
La víctima vivía en el primer piso del antiguo edificio que habitaban varias familias, conocido entre los cubanos como “un solar”. Rosa quedó sepultada por los restos de las plantas superiores luego de desplomarse el inmueble, contaron varios vecinos a Esteban Rodríguez, colaborador de ADN Cuba.
Según testimonios recogidos en el lugar, los cubanos que vivían en ese solar no se encontraban “ilegalmente” en La Habana. Residían en la precaria casona colonial desde hace mucho, entre ellos varios ancianos.
“La señora Rosa llevaba años viviendo allí, incluso se movilizaba llevando cartas [a las instituciones] de quejas para que le dieran otra casa o materiales para arreglar y el Estado nunca hizo nada”, dijeron a Rodríguez.
En el cercano municipio de Centro Habana, murió un empleado de Servicios Comunales el sábado 18 de julio, cuando fue víctima del derrumbe de una pared. El hombre había quedado gravemente herido por la caída, mientras trabajaba, de un muro de un inmueble ruinoso ubicado en la esquina de las calles San Miguel y Belascoaín.
El 23 de julio falleció la anciana María Magdalena Olivares, luego de tres horas atrapada bajo los escombros de su vivienda en la calle Monte 1061 entre Fernandina y Romay en el municipio Cerro (La Habana).
La Habana Vieja, el Cerro y Centro Habana son de los municipios de la capital cubana más afectados por el deterioro de su fondo habitacional. En estas localidades habaneras existen muchos edificios y casas con una situación arquitectónica precaria y en peligro de derrumbe.
La precaria situación de la vivienda es uno de las demandas más difíciles que enfrenta el régimen de la isla. Frecuentemente colapsan edificios o apartamentos con las consabidas pérdidas materiales o de vidas humanas. A finales de enero del 2020, otro grave accidente en La Habana Vieja causó la muerte de tres niñas, al desplomarse un balcón cuando las menores jugaban en la acera.