Familias cubanas se quejan de leche en polvo para bebés, régimen se justifica con el embargo

Complejo Lácteo de La Habana y el Ministerio del Comercio Interior responden en la prensa estatal a críticas de familias cubanas sobre la leche en polvo fortificada destinada a los bebés mensualmente, que se distribuye en la red de bodegas
Familias cubanas se quejan de leche en polvo para bebés, régimen se justifica con el embargo
 

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Familias cubanas han cuestionado la calidad de la leche en polvo fortificada que llega a la red de bodegas en el país para los bebés. La distribuida más recientemente no se diluye como de costumbre; y el gusto y el color tampoco tienen la misma aceptación.   

A través del diario Granma, vocero del Partido Comunista, el Complejo Lácteo de La Habana y al Ministerio del Comercio Interior respondieron a las inquietudes de la población. La nota oficialista refiere inicialmente que para el estado cubano la importación de leche en polvo “se convierte en un esfuerzo loable si tenemos en cuenta las sanciones y restricciones financieras de la que es objeto nuestra nación, además de que cada tonelada le cuesta a la Isla entre 3 400 y 3 600 dólares”.

Granma señala que por el Embargo de Estados Unidos a Cuba, “no siempre el comercio exterior puede asegurar los mismos proveedores y la industria láctea debe trabajar entonces con leche en polvo proveniente de diferentes mercados”.

Dailys Álvarez Delgado, directora de Calidad y Tecnología del Complejo Lácteo de La Habana, aseguró al periódico oficialista que “la leche que se distribuyó –y que fue objeto de inquietudes– era de procedencia polaca, y tanto la descremada como la entera que provienen de ese país, presentan usualmente una textura diferente (…) No obstante, no se trata en ningún caso de un cambio de leche, si analizamos los componentes y nutrientes que la conforman”.  

La funcionaria del régimen sostuvo además que “aunque desde el punto de vista sensorial sí podía apreciarse algún cambio, los lotes en algunos municipios de la capital, no presentaban ningún tipo de irregularidad en su composición físico-química”.

Álvarez Delgado, dijo que “esta leche proviene de la Empresa de Productos Lácteos y Confitería de Pinar del Río, que es la encargada de procesar el alimento que se distribuye en La Habana”. Sostuvo además, que “como parte del proceso de verificación de calidad, todos los productos que recibimos de fábricas externas y comercializamos, deben poseer su respectivo certificado de conformidad; es como un aval que refrenda la calidad del producto en sí, según las normas predeterminadas y, además, nuestra empresa guarda muestras testigos para, ante una queja o reclamación, poder constatar dichos parámetros”.

“En este caso, pudimos comprobar que la leche fortificada que se distribuyó cumple con los estándares requeridos, ya sea desde el punto de vista nutricional, o en cuanto a su aspecto, olor y sabor. Los análisis sensoriales y microbiológicos dieron conformes”, afirmó la directiva.

La aclaración del régimen sobre la calidad de la leche en polvo parte de cifras relacionadas con las importaciones y proveedores del país, y luego recae en la producción de una empresa local, asegurando que no existe ninguna irregularidad. Al parecer deliran todas esas personas que sostienen que hay un cambio notable en la distribuida recientemente.

Emilia Aguirre López, directora del área de Regulación y Control de Producción de esa entidad, reiteró a Granma que “la leche entera en polvo se importa de diferentes países, y que en la industria pinareña solo se le adicionan otros componentes para fortificarla, cumpliendo los requerimientos nutricionales de los bebés a los que está dirigida. Concretamente, estamos hablando de gluconato de hierro y de zinc”.

Tesis que también fue cubierta por Dailys Álvarez Delgado, quien agregó: “si bien puede detectarse algún cambio al paladar o en el aspecto de la leche, no se trata de un alimento diferente al que se ha distribuido en otras ocasiones, pues cumplen con los mismos requisitos de porciento de grasa, humedad, acidez y proteínas”.

No obstante, en los comentarios de la propia nota oficialista, varios usuarios continuaron expresando su inconformidad. La usuaria identificada como Liraidy Lauret Rodríguez mencionó:

“Yo soy madre de una niña de 2 años y también la leche de mi niña ha venido con mal sabor y difícil de diluir, por tanto, diferente a la que le daban al principio, incluso a veces viene hasta con basura por la falta de higiene que hay en las bodegas. Ojalá y resuelvan estos problemas”.

“Con la leche descremada ocurre otro tanto. La industria láctea y en general todas nuestras producciones alimenticias deberían estar obligadas a informar los cambio de calidad o parámetros habituales de sus producciones. En situaciones como el caso anterior empezar por pedir disculpas a la no información previa”, dijo Carlos Bequet.

Ana Iris Cuellar opinó: “Mi hija acaba de cumplir los 7 años y recibía leche entera. La última que vino fue a granel de color más amarillo, textura más gruesa y no se diluye ni en la batidora”.

 

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