“La hambruna que se asoma en el horizonte cubano es consecuencia del feroz bloqueo interno de nuestras fuerzas productivas por el gobierno nacional”, así lo aseguran campesinos cubanos en una carta dirigida a la alta comisionada de Naciones Unidas, Michel Bachelet.
Los firmantes del documento —la Liga de Campesinos Independientes de Cuba y la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales— piden a la expresidente chilena una intervención urgente para evitar las consecuencias de la hambruna.
“En el caso de Cuba podemos asegurarles que el embargo de EE. UU. no impide al Gobierno cubano comprar cada año toneladas de alimentos a ese país que luego vende a la población a notables sobreprecios. Tampoco están incluidas las medicinas en esas sanciones”, explica el texto difundido por varios medios independientes.
El documento destaca que hay algo “que muchos ignoran”: las empresas cubanas privadas “no están incluidas en las sanciones de EE. UU. y cualquier empresa de EE. UU. puede comerciar y hasta invertir en ellas, pero el Gobierno cubano nunca lo ha permitido”.
Además, critican el sistema estatal de Acopio, que “monopoliza” la producción y la comercialización de los trabajadores del campo, “agobiados por impuestos, acosados con continuas inspecciones y sometidos a confiscaciones de sus cosechas y aperos de labranza”.
Quienes firman el documento lanzaron hace meses la iniciativa “Sin campo no hay país”, para pedir a las autoridades la eliminación de impuestos a la actividad agrícola y exigir el derecho a títulos de propiedad permanente. Ciertamente, en Cuba las parcelas de tierra son entregadas en usufructo a campesinos que las trabajas por su cuenta.
El sistema fue implementado para suplir la carencia crónica de alimentos en la isla, pero no ha dado los resultados que se esperaban por la falta de insumos, de un mercado libre, créditos, el exceso de trabas burocráticas, entre otras peculiaridades de la economía cubana.
Al respecto, los campesinos declararon: “Cuba importa el 80% de sus alimentos por la incapacidad estatal para producirlos. Si ahora el gobierno cubano no tiene dinero para adquirirlos es porque además de su mala gestión económica y el impacto de la Covid-19, no ha cumplido con sus compromisos de pago de los intereses de las deudas contraídas después que sus acreedores les perdonaran miles de millones de dólares hace apenas cinco años”.
Los campesinos recalcan a Bachelet en la misiva que la iniciativa "Sin campo no hay" país no ha tenido respuesta por parte del Gobierno. Por el contrario, reclaman que este “ha recrudecido su guerra económica de confiscaciones y arrestos arbitrarios contra los campesinos”.
Por la Liga de Campesinos Independientes firmó la carta su presidente, Esteban Ajete Abascal y Lisandra Orraca Guerra por la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales.