Este sábado, el Ministerio de Turismo de Cuba informó que todos los residentes en La Habana que deseen realizar actividades turísticas dentro del país tendrán que portar el resultado negativo de un test de coronavirus realizado en un período no mayor de 48 horas antes del viaje, publicó el diario oficialista Granma.
Según la información difundida por varios medios estatales, los interesados en realizar actividades turísticas deberán presentarse en el policlínico de su municipio de residencia con la reserva de la instalación hotelera y solicitar realizarse la prueba.
De acuerdo con el Ministerio del Turismo, a partir de este lunes 10 de agosto todos los turistas nacionales que salgan de La Habana hacia Varadero y otros destinos del país tendrán que someterse a pruebas de temperatura al pasar por las Agencias de Viajes.
El pasado 7 de agosto, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel anunció que La Habana volvía a la “fase de transmisión autóctona limitada” de la COVID-19, luego de un repunte de los casos de coronavirus ocurrido en los últimos 15 días.
“Hay que volver a las medidas de distanciamiento físico y social y evitar indisciplinas”, declaró Díaz-Canel ante una reunión del grupo de trabajo que atiende el tema de la pandemia en Cuba.
Por su parte, el Consejo de Defensa Provincial de La Habana ordenó detener nuevamente el transporte de pasajeros en la capital cubana y limitar “al mínimo el movimiento” de las personas. También instó a mantener el aislamiento físico entre los residentes en la capital de la Isla, informó la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
De acuerdo con ese medio oficial, a partir de la próxima semana solo se mantendrá activo el transporte público destinado a los trabajadores.
Entre las medidas anunciadas por el Consejo de Defensa Provincial celebrado este sábado para hacer frente al avance de la pandemia de coronavirus están incluidas el cierre de las escuelas de automovilismo, el “exhaustivo control de quienes salgan o entren a la ciudad” y un toque de queda para el transporte permitido durante los fines de semana (los autos solo podrán circular hasta las 8:00 de la noche).
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También este sábado, el ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda, aseguró que el país estaba “en presencia de un nuevo brote de la enfermedad (COVID-19) que pone en riesgo a toda nuestra población”.
“El pronóstico indica que la situación está próxima a volverse en incontrolable si todos no tomamos las medidas que se han definido por el país, por lo tanto la amenaza de (la pandemia de) seguir creciendo se acentúa cada día que pasa”, aseveró.
En el caso específico de La Habana, precisó que el análisis de los modelos de pronósticos de la pandemia daba como resultado “una etapa de crecimiento exponencial” de la COVID-19.
El régimen cubano estableció la fase de transmisión autóctona hace varios meses, cuando aumentaron considerablemente los casos de coronavirus en la Isla. A finales de junio procedió a la desescalada de las medidas de confinamiento y anunció la entrada en la etapa recuperativa, que ahora ha sido echada atrás.