Víctor Manuel Hernández Navarro, Licenciado en Imagenología del policlínico No. 3 de la Isla de la Juventud, denunció que ha sido explotado en su centro de trabajo.
En una entrevista con Cubanet, el especialista explica que en marzo de este año se dirigió al órgano de justicia laboral para que no lo pusieran a trabajar más horas extras por la escasez de personal médico. Al no recibir respuesta elevó su queja a la Fiscalía General de la República de Cuba.
De acuerdo con Hernández Navarro, "el director del policlínico, de conjunto con el sistema judicial, me ha querido silenciar. Aunque estoy presentando mi caso de forma aislada, creo que otros trabajadores pueden estar pasando por situaciones similares".
El galeno también confesó a ese medio que por sus denuncias, algunas personas le han solicitado que pida la baja laboral.
"Es por situaciones como esta que profesionales cubanos en ocasiones emigran a otras naciones", agregó.
En la mira internacional se encuentran las brigadas médicas cubanas, consideradas como "esclavitud moderna" por diversos especialistas. Sin embargo, pocos miran a los que se quedan trabajando dentro de la isla.
El pasado 23 de julio, la prestigiosa organización no gubernamental Human Rights Watch denunció que "el gobierno cubano impone normas draconianas a los médicos en misiones sanitarias que vulneran sus derechos fundamentales".
En un texto publicado en su página web, la ONG señaló que "los gobiernos que solicitan asistencia de trabajadores de la salud cubanos para responder a la pandemia de COVID-19 deben exigir a las autoridades cubanas que reformen las leyes y reglamentos aplicables que vulneran, entre otros, los derechos a la privacidad, la libertad, la libertad de expresión y asociación, y el libre movimiento".
Según el documento, desde marzo a raíz del agravamiento de la pandemia, el régimen de La Habana ha enviado cerca de 1,500 profesionales médicos a distintos países del mundo.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, explicó que "los médicos cubanos enviados a responder a la pandemia de COVID-19 ofrecen valiosos servicios a numerosas comunidades, pero a costa de sus libertades más básicas".