Vocero del régimen asegura que “correr detrás del detergente” y hacer colas es un sano ejercicio

Un vocero del régimen afirmó en el medio oficialista Guerrillero, quizás pretendiendo ser chistoso, que desplazarse grandes distancias para conseguir alimentos y hacer colas son un sano ejercicio, algo al parecer bueno en estos tiempos de COVID-19
Cola en Cuba
 

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La pandemia de coronavirus en Cuba, pese a estarse gestionando efectivamente según las estadísticas oficiales en lo que a número de contagios y víctimas mortales se refiere, está superando al discurso oficial y a los propagandistas del régimen, así como incluso a los pretendidos “líderes” del sistema político cubano.

La contingencia sanitaria, con la acentuación de la escasez y la crisis crónicas de la Cuba socialista, ha sido la de la limonada presidencial y el guarapo como la base de todo, la de las calabazas y las piñas por CDR como la clave para solucionar los problemas productivos de un país que aspira a producir lo mismo que hace más de 60 años atrás, pero también la de desfachateces cotidianas en los medios oficialistas, que ya no hallan como defender lo indefendible.

En tal sentido, en un reciente artículo en el Guerrillero, medio del PCC en Pinar del Río, un vocero del régimen llegó a asegurar que “correr detrás del detergente”, hacer colas y caminar kilómetros para encontrar lo más básico para el día a día son un sano ejercicio.

Lo hizo a tono de broma y sarcasmo, quizás para intentar rebajar presión a la permanente angustia que se sufre en la isla con los alimentos, la transportación y otros muchísimos aspectos de la vida. Sin embargo, viniendo de un medio oficialista, donde ninguna cabida se les dan a los reclamos auténticos del pueblo, la pretendida broma resulta un chiste de muy mal gusto, cuando no un insulto intolerable.

“Qué se habrán hecho los que eternamente criticaban cuando demoraba la guagua o dedicaban una larga carta de denuncia porque el chofer de la ‘entidad’ no lo recogió. De la noche a la mañana todo se detuvo, pero la ciudad no: a pesar de rogarles ‘quédate en casa’ cada día crecían las personas en la calle; imagino que ese ejercicio cotidiano de caminar kilómetros bajo el sol criollo algún beneficio les habrá dejado”, ironizó el periodista oficialista Ramón Brizuela, autor del artículo.

“Y hay quienes se quejaron porque cerraron los gimnasios. ¿Pero quién dijo eso? La ciudad y cada barrio fue una práctica de sano ejercicio corriendo detrás del detergente, kilómetros recorridos por el simple deseo de salir sin utilizar otro vehículo que no fueran los pies, con entusiasmo incluido y la satisfacción de contar cuánto caminó o las colas que hizo”, agregó en otro momento, evidentemente creyendo que las palabras que traslapaba al Word causarían gracia a alguien.

Si bien es cierto que el choteo cubano no ha podido ser extinguido por la aún autorreferenciada “revolución”, y que los naturales de la isla se burlan siempre de sus problemas, por muy graves que sean, es muy difícil creer que en estos tiempos de coronavirus alguien considere todo el trabajo que se pasa para conseguir alimentos y artículos de primera necesidad como un “sano ejercicio”.

Podrán reír muchos entre los suyos al contar las peripecias afrontadas para alcanzar algo tras una cola de horas, pero ello siempre viene aparejado de quejas y críticas a la gestión e incapacidad del “gobierno revolucionario”, lo cual el vocero del régimen no se atreve a reflejar en su “chistoso” artículo.

Todo un insulto a los que más sufren la escasez y precariedad de un sistema insostenible, sólo mantenido a base de mentiras y procedimientos dictatoriales.

 

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