El director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba, Francisco Durán, aseguró este martes que la presencia en el país de una nube de polvo del Sahara puede generar afectaciones respiratorias en las personas, como tos, catarros e inflamaciones en la garganta, y recomendó el uso de mascarillas para evitarlo.
En una entrevista con la televisión cubana, el Dr. Durán dijo que, en base información proporcionada por colegas, la nube de polvo del Sahara comenzó a influir sobre Puerto Rico y República Dominicana desde antier, y este martes ya está presente en el oriente de Cuba.
La nube se irá desplazando hacia el centro y occidente del país desde este martes hasta el viernes 26, acotó.
“Mañana a las 9 a.m. se incrementaría las concentraciones en la mitad oriental de Cuba y en menor medida hasta mitad occidental”, afirmó.
El funcionario señaló que la nube de polvo se caracteriza por un aire seco, una disminución de precipitaciones y una sensación de calor extremo.
“Son partículas muy pequeñas pero que afectan. Desde el punto de vista de salud, las personas puedes presentar cuadros respiratorios, tos, irritación de ojos, y manifestaciones catarrales discretas”, añadió.
Aseguró que las afectaciones pueden ser más notables en personas asmáticas o alérgicas: tos, inflamación y escozor en la garganta.
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“Lo mejor es usar el nasobuco que permitiría exponernos lo menos posible a estas partículas. Además de que quedarnos en casa”, dijo el galeno, en el reporte de la televisión cubana, difundido por Facebook.
Los nasobucos, o mascarillas protectoras, ya los usa buena parte de la población como medida preventiva al coronavirus.
El periódico oficialista CubaDebate señaló que, según el servicio de meteorología del país, se evidenciará una tonalidad lechosa predominante en el color del cielo (desaparece casi por completo el típico azul intenso) y es posible la observación de una densa bruma, que limita la visibilidad a larga distancia.
Especialistas aseguran que se trata de concentraciones no vistas en los últimos 50 o 60 años, agregó.
Durante toda la semana se desplazará al oeste, cruzando por el Caribe occidental, el golfo de México y llegará al sudeste de los Estados Unidos.
Esas nubes son generadas por las tormentas de arena y polvo del desierto del Sahara y el Sahel, las cuales pueden alcanzar alturas de tres a siete kilómetros, dijo el reporte.
Una vez emergidas del continente africano, avanzan en dirección oeste bajo el flujo de los vientos alisios, propagándose por el océano Atlántico hasta alcanzar el mar Caribe, Cuba, el sudeste de Estados Unidos, México y Centroamérica.
La presencia de las nubes de polvo es normal a partir de la segunda quincena de junio, todo julio y la primera quincena de agosto, y ello lleva a que haya pocos ciclones tropicales en el Atlántico, agregó el informe.
