Más de 2 mil 268 usuarios únicos han protestado en la red social Twitter contra los altos precios de internet en Cuba, un servicio que solo provee el monopolio estatal de las telecomunicaciones Etecsa, única compañía de la isla.
Pese a que Etecsa desplegó toda una “contraofensiva” en redes sociales para intentar invisibilizar los reclamos que piden una rebaja de sus servicios, sobre todo los vinculados a la conexión a internet, la etiqueta #BajenLosPreciosDeInternet logró posicionarse en redes sociales.
El proyecto independiente Inventario, que emplea herramientas periodísticas y tecnología cívica para contar la realidad de Cuba, ofreció una actualización total para el día 30 de mayo.
“La etiqueta #BajenLosPreciosDeInternet fue usada en al menos 21 mil 876 tuits en las 24 horas del día 30/5 publicados por 2268 usuarios únicos. Tuits originales: 5741, Retuits: 16 mil 135”.
El hashtag se convirtió en trending topic y superó a otras etiquetas más cercanas al oficialismo. El régimen intentó frenar el tuitazo convocado por cubanos de dentro y fuera de la isla con etiquetas paralelas y la replicación de mensajes positivos sobre Etecsa por numerosos usuarios que tenían la orden expresa de hacerlo.
Según el gobierno y sus voceros oficialistas, la campaña que exige bajar los precios de la empresa, abusivos en comparación con los salarios de la isla y los servicios de compañías similares en el mundo, es un acto de contrarrevolución que debía ser enfrentado.
“@ETECSA_Cuba ha preparado una campaña de descrédito contra la etiqueta #BajenLosPreciosDeInternet , iniciativa ciudadana del pueblo cubano de a pie, llamando acto de contrarrevolución a este reclamo legítimo”, denunció el usuario @JoseCuba93.
Por su parte Jesús Crombet apuntó: “En un país donde el salario medio es 40$ es inconcebible que una empresa 'SOCIALISTA' nos venda 1Gb de datos a 10$!!! 1Gb de datos representa el 25% del salario medio de un profesional. ¿A eso le llaman informatizar? ¡Vergüenza contra dinero!”
Norges Rodríguez, coordinador y cofundador del proyecto independiente Yucabyte, subrayó: “¿#CubaInformatiza? Para informatizar hay que cerrar la #brechadigital y para lograrlo el acceso a internet (y las TIC en general) debe estar al alcance de todos. #BajenLosPreciosDeInternet #TarifaPlanaYa #PreciosJustos”
El usuario identificado como CubAnonymous lanzó la siguiente interrogante: ¿Etecsa te representa y tiene precios asequibles para todos los cubanos? La respuesta fue aplastante para la compañía.
“Mi conexión de datos está como Pilar, que viene y va muy oronda... Esto es lo que estamos pagando, #BajenLosPreciosDeInternet #NoSomosMillonarios”, escribió @LisiFlores2709 parodiando al monopolio con uno de los personajes más emblemáticos de La Edad de Oro, de José Martí.
En tanto, las periodistas independientes Yoani Sánchez y Luz Escobar, reclamaron a Etecsa que además de bajar los precios de internet “desbloqueen los sitios que tienen censurados como @14ymedio, al que solamente puedo entrar usando proxy o vpn”.
Este camino de piedras que deben seguir la mayoría de los cubanos para acceder a internet, no es el mismo recorrido de los funcionarios del régimen, ni por los periodistas-engranajes de la maquinaria de propaganda política, o los inquisidores que vigilan los contenidos que publican en las redes sociales los ciudadanos, periodistas independientes, artistas o cualquier persona crítica que desapruebe la gestión del gobierno.
Po su parte, el usuario Cubano en Cuba agregó: “¡Cuando un pueblo enérgico y viril llora la injusticia tiembla! Los trabajadores de Etecsa me están atacando los tweets, pero no nos callarán”.
A pesar de que desde hace unos años se ha caminado para cerrar la brecha digital, todavía la isla recorre el fondo del hoyo. Siguen los elevados precios de internet, ineficientes servicios de instalación y lentitud en las conexiones, poco desarrollo del comercio electrónico, y las acusaciones de estafa a la única empresa proveedora.
Los cubanos exigen precios justos y una tarifa plana en los servicios de la compañía, más acordes con los bajos salarios que devengan y la calidad de lo que se le ofrece. En ello no hay nada de contrarrevolución y sí mucho de razón.