Más de 300 migrantes, buena parte de ellos cubanos, se han congregado en los últimos días en las oficinas de migración del municipio de Tapachula, en el sureste de México, para arreglar sus trámites, padeciendo aglomeraciones pese a la pandemia de coronavirus.
Los migrantes, en su mayoría haitianos y cubanos, se han dado cita todos los días desde tempranas horas con la esperanza de obtener una ficha para ingresar a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), y conseguir permisos por razones humanitarias que les permitan seguir trabajando legalmente en el país.
"Cientos de cubanos estamos aquí y hemos cumplido 100 % con los trámites, no hemos faltado a ninguna firma, incluso tuvimos que faltar a nuestro trabajo porque a las tres firmas de ausencia ya no tenemos derecho de trabajar aquí", dijo este viernes a Efe Francisco Luis Manzanero Ortiz.
Julio César Cueto Tirado, director de Protección Civil de Tapachula, dijo que se ha tratado de implementar un filtro sanitario entre ellos y se les invita a tener una distancia de por lo menos metro y medio "pero es muy difícil", reconoció.
De hecho, han habilitado lavamanos, han colocado gel antibacterial, además de tomar temperatura y regalar cubrebocas a quienes hacen largas filas para conseguir sus visas.
Obert Choulloutte es un migrante haitiano que lleva más de tres meses varado en esta ciudad fronteriza. No cuenta con documentos legales que le permitan trabajar en México y, por ende, no puede pagar servicios básicos ni sus alimentos.
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"Tengo dos meses sin empleo, vine porque mi país tiene problemas económicos y de seguridad, sin embargo, llegas a México sin poder trabajar y sin hacer nada, queremos nuestros documentos para trabajar", explicó.
Otros extranjeros se quejan de las largas esperas que tienen que padecer o de los retrasos que las autoridades les dan para poder recoger sus documentos.
Cueto Tirado dijo que pese a las recomendaciones que se han dado a las personas que acuden a realizar sus trámites, incluso con traductores a sus distintos idiomas natales, ha sido complicado que se mantenga un orden.
César Augusto Cañaveral Pérez, coordinador de movilidad humana de la iglesia de Tapachula, lamentó que los migrantes sigan siendo una población olvidada y denunció que en las instalaciones del INM no se han puesto los cercos sanitarios prudentes ante una pandemia que deja ya 42.500 contagiados y unos 4.400 muertos en el país.
"Ahí es donde pueden contraer posibles contagios y expandir el coronavirus", apuntó.
Pidió a las autoridades frenar los trámites ya que considera que este tipo de aglomeraciones pone en riesgo no solo a los migrantes sino a la comunidad local.
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"Tendría el Gobierno Federal que quitar por el momento (los trámites) mientras pasa toda esta pandemia", refirió.
Lo cierto es que, pese a la pandemia, las personas siguen intentando dejar sus países en busca de un mejor futuro, y sigue intentando llegar a Estados Unidos o, por lo menos a México.
Al respecto, un hondureño fue detenido el miércoles por transportar de manera ilegal a dos migrantes cubanos que viajaban rumbo a la frontera con los Estados Unidos, según un informe de RadioTV Martí.
La Policía Nacional de Honduras informó que el “coyote”, como se les llama en Centroamérica a los guías pagados para llevarlos al “norte”, de 48 años, fue capturado durante un operativo realizado en Omoa, Cortés, en el que intervinieron agentes de la Policía Nacional a través de la Unidad de INTERPOL de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y Policía de Fronteras.
Los cubanos ingresaron por un punto ciego entre Honduras y Nicaragua donde los esperaba el coyote que los cruzaría por el país en un vehículo pickup, que fue decomisado.
La mujer y el hombre de nacionalidad cubana permanecen retenidos en una oficina del Instituto Nacional de Migración de Honduras "para que coordinen la expulsión", indica el reporte policial.
(Con información de Efe)