Tres cubanos residentes en Cienfuegos fueron acusados por actividad económica ilícita al intentar vender ajos y cebollas en Trinidad, Sancti Spíritus, lo cual habría supuesto una violación de las medidas decretadas para mitigar la propagación de la COVID-19 en la isla.
Fue la jefatura del Ministerio del Interior en el municipio de Cruces quien informó de la detención en esa demarcación de tres individuos que intentaban viajar hasta Trinidad para comercializar ilegalmente los referidos productos, lo cual hubiese significado, además de los delitos evidentes, una violación del cierre de las fronteras provinciales.
Entre los detenidos estuvo el chofer del vehículo, quien, por ejercer de modo ilegal como transportista, “actividad por demás restringida en las actuales circunstancias, así como por la venta ilícita de los referidos alimentos”, fue trasladado junto a los otros tres ciudadanos a la estación de la Policía en la región.
Así lo refiere el diario 5 de septiembre, que además detalla que fue decomisada toda la mercancía, “consistente en 37 ristras y 20 patas de ajo; 82 ristras de cebolla colorada, 18 de cebolla blanca y una pata de este mismo producto”.
También en Cruces, de acuerdo con lo reportado por el citado medio oficialista, elementos policiales fueron a la caza de los llamados “coleros”, personas que se dedican habitualmente a marcar turno muy temprano en establecimientos comerciales para luego vender a otros una mejor posición en las filas que se forman para la adquisición de productos.
“… Durante la noche permanecían en los alrededores de las tiendas y puntos de venta en divisas, en franca violación de lo establecido por la máxima dirección del país, el Minsap y el Consejo de Defensa Municipal”, afirma el citado medio.
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Pese a las medidas de aislamiento social decretadas por el régimen cubano para mitigar la propagación de la COVID-19, muchos cubanos salen a la calle diariamente a intentar conseguir alimentos y otros víveres para poder sobrellevar la cuarentena.
Dada la escasez en la isla, sobre la cual ha reportado ADN en muchas ocasiones, las enormes filas y los disturbios por la frustración que originan el desabastecimiento y el no tener para el día a día son cotidianos en la realidad cubana.