El gobierno cubano está “engordando” la libreta de racionamiento con nuevos productos. Dice que es para evitar contagios entre la población debido a aglomeraciones en los mercados y tiendas, y que los pocos productos que vende a los cubanos no vuelen en manos de unos pocos afortunados.
Uno de los últimos y más insólitos es la cerveza, que en Pinar del Río expenden utilizando este viejo mecanismo de regulación aparecido en el horizonte del cubano en 1962, y que nunca se ha ido.
En la occidental provincia comenzaron normar la venta de cerveza mediante el documento. Daguito Valdés, YouTuber especializado en fútbol y colaborador de ADN CUBA, compartió en sus redes sociales una foto con la bebida que pudo conseguir a finales de esta semana, pero solo gracias a la “famosa” libreta.
En ese territorio el gobierno local ha decidido vender, de esta manera, media caja de cerveza y 2 pomos de refresco gaseoso de la marca Tukola. Cada familia tiene derecho a los productos una vez al mes y al mismo precio de siempre.
El influencer cubano bromeó con el hecho de que meses antes de la pandemia la población sospechaba el pronto final del sistema de racionamiento: “Ya está muerta, están por quitarla, es cosa del pasado…”, pero lo cierto es que la libreta sigue ahí.
Según Daguito, pudo adquirir la media caja de la marca de producción nacional Mayabe (12 cervezas) que estaban autorizando a quien fuera a comprarla, pero con el documento en la mano.
Varios usuarios comentaron y compartieron memes, refiriéndose a la “segunda temporada” de este sistema que incluso está siendo usado en las tiendas de divisas para productos escasos como la carne de pollo, el aceite y el aseo personal. Con esta medida solo se limita la cantidad que puede comprar una familia, pero nada de subsidios a los precios.
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Ante los comentarios de varios que se alegraron de que “estuvieran dando cerveza por la libreta”, el influencer precisó que “aunque sea media cajita por la tarjeta son caras... 216 pesitos” y “50 pesos los dos pomos de refresco”, dinero equivalente a casi 11 dólares, casi el salario mínimo en Cuba (400 pesos o 16 dólares).
Otro cubano, este del municipio San Cristóbal de la provincia Artemisa, refirió que en su pueblo las “cervezas por la libreta” fueron diez por personas, aunque importadas de la marca holandesa Heineken, y a 30 pesos.
“La libreta” es un documento que se entrega a cada núcleo familiar de la isla, y mediante él se regula la venta de algunos suministros básicos en más de 12 mil bodegas estatales. Luego del gobierno de medio siglo de Fidel Castro, el de su hermano Raúl (2008-2018) calificó el sistema de obsoleto y redujo la cantidad de artículos en la lista con el objetivo de eliminar los subsidios de alimentos y aseo a la población.
Aunque en varias ocasiones le han augurado la “muerte”, la libreta no se ha ido y en el contexto de la pandemia del coronavirus regresó con nuevos productos, que no se pueden adquirir de otra manera.
A finales de marzo, varios ministros admitieron en televisión que escasean muchos productos y que para distribuirlos lo más equitativamente posible —y reducir las colas—, se reforzaría el papel de ese antiguo documento, en vigor desde hace casi 60 años y símbolo del desabastecimiento nacional.