El periódico Venceremos, medio de prensa del régimen de los Castro en la provincia de Guantánamo, publicó este 14 Abril un artículo donde reseña que la industria alimentaria en esa oriental provincia, como parte de la estrategia de enfrentamiento a la crisis sanitaria generada por el nuevo coronavirus, incrementa y diversifica sus producciones a tenor con los recursos disponibles y los suministros proporcionados por la agricultura, según informó Albis Hernández Díaz, directora de la empresa en ese territorio.
Albis Hernández en conversación con el diario estatal explicó que para garantizar el incremento de los productos, se redujo la elaboración de algunos alimentos que contienen mucha harina, como es el caso del camprán y las panetelas sureñas, y a su vez, se aumentó la producción de galletas brilla y argelinas, pelly, pan y palitroquis.
Así mismo la directiva dijo que también se potencia la producción de dulces en almíbar, mermeladas, y de conservas de frutas y vegetales, estas últimas, se comercializarán a granel en jabas de nylon, por incumplimiento de las entregas de los envases.
De igual manera precisó que se mantendrá la elaboración de galletas dulces y saladas y la producción de helados, que se hará con pulpa de frutas entregadas por los productores agrícolas del territorio.
La directora declaró además, que se generalizará en todo el territorio la fabricación de productos a partir del plátano, experiencia de las comunidades de Cecilia y Paraguay, donde se expende chicharritas envasadas en jabitas de nylon.
Destacó que de igual forma se valora comercializar algunos renglones de otros municipios como San Antonio del Sur, cuya minindustria elabora encurtidos de tomate y pepino, mientras Baracoa produce bacán y frangoyo.
Para finalizar Hernández Díaz acotó que se contrata con los agricultores la cosecha de renglones que den estabilidad en la elaboración de alimentos.
Como es sabido el país atraviesa desde hace ya varios meses por una crisis económica que ha afectado directamente el surtido de algunos productos básicos, lo cual incluye el sector de la alimentación, algo que explica las constate imágenes del pueblo aglomerado en las afueras de las tiendas para comprar pollo, aceites u otros insumos que forman parte del reducido grupo de víveres que integran la dieta del cubano.
La actual crisis económica, sumada a sanitaria generada por el COVID-19, obliga al régimen a buscar alternativas que suplan el déficit de alimentos, pero es poco probable, incluso raya el absurdo, pretender paliar esta situación con jabitas de chicharritas de plátano y cosas por el estilo, que además en medio de toda la situación epidemiológica que presenta el país, llama la atención lo poco higiénico que pueden resultar estas alternativas.
