“Ni siquiera el COVID-19 le pone pausa al alistamiento de la Brigada Móvil de Tropas Especiales, orden Antonio Maceo”. Así sostiene en sus inicios un reciente reporte del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, mediante el cual el régimen muestra, porque sólo él decide qué se enseña y qué no, que incluso en tiempos de pandemia sigue preparándose para la guerra que viene anunciando desde siempre y nunca llega.
No importa cuánto se propague o no el coronavirus. Desde la óptica de un régimen militarista, que sostiene un ejército numeroso y desproporcionado para las escasas capacidades productivas del sistema erigido, la “defensa de la Patria es esencial”, puesto que el enemigo, sea cual sea, no descansa.
Sin esa figura del enemigo el régimen no tendría razón de ser. A él culpa de todos sus males y en él justifica el sostenimiento del totalitarismo y el militarismo imperantes en la isla. Para tranquilidad de aquellos que sólo piensen en el coronavirus y el número de infectados, el reporte televisivo quiere tranquilizar comentando que se siguen todas las medidas higiénico-sanitarias orientadas por la “máxima dirección del país”, que en definitiva es la misma que la de las llamadas “Fuerzas Armadas Revolucionarias”.
“No para la preparación combativa. La seguimos haciendo, cumpliendo con las medidas de protección orientadas, tanto para los combatientes como para el cuidado del pueblo, porque somos parte de él”, dijo a la cámara el coronel Ennar Gutiérrez Alarcón, jefe del Estado Mayor de la Brigada protagonista del reporte.
“Las medidas implementadas en cada unidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias responden a las orientaciones dadas por la máxima dirección del país ante la actual contingencia sanitaria”, explicó a su vez el reportero, el mismo que hace poco solicitó al monopolio de las telecomunicaciones en la isla que bajase los precios de sus servicios durante la pandemia.
Luego, un soldado agrega que “seguimos preparándonos para estar listos el día de mañana, en caso de que se requiera que demos el paso al frente. Nuestros familiares pueden estar tranquilos, aunque la preocupación nunca disminuirá, porque estamos siguiendo las prácticas necesarias”.
Y así, lo importante, con pandemia y sin pandemia, es estar en “plena disposición combativa”, porque no se sabe cuándo llegará el ataque. Sin embargo, lo que quizás no se quiera ver, es que el ataque llegó a sumarse a otros que cada vez más ponen en entredicho la funcionalidad del sistema cubano. Es un virus, pero amenaza con ser más letal y destructivo que esa amenaza para la que se prepara la brigada del reporte.
En definitiva, sumado a los mosquitos, la improductividad y la ineficiencia económica, puede acercar unos pasos más el fin de un régimen que nunca ha estado cerca de construir un país sustentable, como le gusta anhelar en su discursiva oficial.