El cantautor guatemalteco Ricardo Arjona lanzó la pasada semana su nuevo álbum, Blanco, al cual describió como “uno de los proyectos más ambiciosos” de su carrera. El músico detalló que tal disco forma parte de una producción más amplia titulada “Blanco y negro”, que también incluye dos libros, una muestra fotográfica itinerante y una gira.
En “El amor que me tenía”, uno de los temas de Blanco, Arjona colabora con el cantante español Pablo Alborán. Ambos presentan una nueva versión acústica de un trabajo en conjunto que nació “de forma natural”, según Arjona.
“Estábamos recibiendo covers (versiones) de Hongos ―el primer sencillo del disco― y nos llegó una de él, pero como ya era al final, le mandé un piano (en melodía) y en menos de 24 horas después, él había grabado cinco versiones diferentes”, contó el guatemalteco durante una conferencia de prensa virtual.
Según el músico, la gira de lanzamiento del nuevo disco, frustrada por la pandemia de COVID-19, dio paso a la producción de videos en los que el músico explica la razón y la historia detrás de cada una de sus canciones.
“Yo creo que la falta de la creatividad y de emoción son tan enfermizos como el mismo virus”, aseguró el artista de 56 años, quien sigue tan crítico de la industria discográfica como en 2011, cuando sacó su disco “Independiente”, el primero publicado por su propia disquera a la que dio el nombre de “Metamorfosis”.
En otro punto de su conferencia de prensa, Arjona insistió en que no es “enemigo del reguetón, pues la mayoría de los artistas se han esforzado muchísimo para estar donde están” e impulsar su música.
Según él, fueron los exponentes de otros géneros los que “dejaron de hacer cosas, dejaron libres los espacios” y por eso sí tiene problemas “con la gente que pertenece a otros géneros y se mete en el reguetón”.
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“La mejor manera de defender el rock es haciendo el mejor rock and roll posible. La mejor manera de defender la balada, es haciendo la mejor balada posible y así con todo”, subrayó.
Actualmente, Arjona pasa la pandemia de coronavirus en su casa de Miami junto a su familia. El músico cree que las personas se han vuelto “más creativas en el confinamiento”.
Sin embargo, reconoció que no se siente cómodo con la idea de los conciertos a través de las redes y es que no se puede “imaginar un concierto con tapabocas o con el público separado seis pies (dos metros). Para eso como para otras cosas, será mejor esperar”, concluyó.
(Con información de EFE)