Los efectos de la pandemia de COVID-19 han dejado muy mal parado financieramente al F.C. Barcelona, tras registrar pérdidas que superan los 100 millones de dólares.
Según varios reportes trascendidos este lunes, el club catalán ha redoblado además su deuda hasta casi 922 millones de dólares tras experimentar esta un crecimiento de un 48 %.
“Esta crisis afecta directamente a dos elementos capitales en el fútbol: la asistencia a los estadios y los viajes para las competiciones internacionales, de manera que el impacto es mayor que otras crisis”, dijo al diario El País el vicepresidente económico del club, Jordi Moix.
Además de la ausencia de público en los estadios y las afectaciones en los derechos de transmisiones televisivas, el Barça experimentó una actividad mercantil baja, al devaluarse los traspasos y cesiones de jugadores a causa de la crisis.
Los problemas financieros del club han venido aparejados a las malas actuaciones sobre la cancha y un proceso de renovación en la plantilla, luego de que cayeran 8-2 en los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Bayern de Munich.
Una semana más tarde, Lionel Messi anunció su intención de abandonar el equipo tras la salida del entrenador Quique Setién, con solo media temporada de servicio en el banquillo blaugrana.
Aunque Messi terminó quedándose, la llegada el nuevo entrenador Ronald Koeman trajo consigo los traspasos de varios de los jugadores más importantes del club, como Luis Suárez e Iván Rakitic, quienes ficharon por los rivales Atlético de Madrid y Sevilla, respectivamente.
“El Barça es un barco en una tormenta muy importante y ahora toca remar, ajustar el barco para llevarlo a buen puerto y que la crisis afecte lo menos posible a corto plazo”, dijo Moix en tono esperanzador.
Según Forbes, el F.C. Barcelona es el segundo club de fútbol más valioso del mundo —detrás de su rival histórico Real Madrid— y el octavo en la lista general de todas las organizaciones deportivas, con un valor aproximado de 4 mil millones de dólares.
Los cálculos de la directiva apuntan a que los ingresos seguirán cayendo este año hasta los 889 millones de dólares, pero teniendo en cuenta un escenario hipotético donde abrirían el estadio a un 25% de su capacidad en diciembre y totalmente en febrero, así como recibirían una mayor cantidad de ingresos por ventas de las tiendas.
Lo más interesante del reporte resulta la no-cancelación del proyecto “Espai Barca, “una operación urbanística y de infraestructura deportiva” que aspira, básicamente, a una remodelación del Camp Nou y el Palau Blaugrana, principales sedes del club.
“El proyecto seguirá sin costarle dinero al socio. No pondrá en riesgo la gestión deportiva y no se hipotecará el patrimonio del club”, aseguró Moix.
