El campeón olímpico y mundial de boxeo Juan Carlos Lemus dice que en Cuba no recibió la atención que merecía.
Lemus formó parte de la generación de boxeadores que permitió que Cuba se instalara en el quinto lugar del cuadro de medallas por países en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. Una década después el púgil pinareño regresó a España, pero como emigrado.
“Me prometieron un auto y nunca me lo dieron y la ayuda económica a los campeones olímpicos no la recibo por no residir en Cuba. Cuando te retiras te olvidan”, respondió Lemus al narrador Modesto Agüero en una entrevista publicada en el blog Swing Completo.
Tras retirarse en 1996 Lemus empezó a laborar de custodio en el restaurante “El Patio”, en la Plaza de la Catedral, en el llamado Centro Histórico. Conoció a una española, con quien se casó y se trasladó a Islas Canarias en 1999. Tiene una hija de 16 años y un hijo de un año y dos meses. En Las Palmas es dueño de un gimnasio.
Lemus, 55 años, debutó como boxeador en los Juegos Escolares Nacionales y en 1985 hizo su estreno “serio” en el torneo nacional Playa Girón, en Nueva Gerona.
Sus principales rivales en esa época en las categorías de 67 y 71 kilogramos, antes y después de su consagración en Barcelona-92, fueron Candelario Duvergel, Alfredo Duvergel y Juan Hernández Sierra.
Lemus también se coronó en el Campeonato Mundial de Sydney en 1991, en los Juegos Panamericanos de Indianápolis 1987 y La Habana 1991, y en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1993 en Ponce, Puerto Rico.
Tras su retiro se desmarcó del sistema deportivo estatal y consiguió un empleo en el conocido restaurante de la concurrida plaza turística de La Habana Vieja, un logro tan complicado como una medalla.
En medio de la crítica situación económica del país el atleta consideró que le resultaría más beneficioso que apostar a una plaza de entrenador en uno de los gimnasios mal atendidos de la capital o de su provincia, y tuvo razón.
Por esa época también trabajaron junto a Lemus en el centro gastronómico otros boxeadores como Eddy Castilo, Lino Ramírez y Hermenegildo Báez. Este último, medallista en el Campeonato Mundial de 1982, campeón de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1982 y ganador de los Juegos de la Amistad en 1984, también fue visto de custodio en sedes diplomáticas.
También se conoció que otro campeón olímpico de boxeo, pero de Atlanta, Maikro Romero, no está recibiendo la estimulación monetaria de los 300 CUC por su medalla de oro, al parecer, por su actividad actual de cuentapropista.
Las normativas y decisiones en cuanto a entregas de automóviles a deportistas y entrenadores, al igual que viviendas y el pago de las tarifas a medallistas olímpicos y mundiales han destapado en la última década no pocas polémicas.
La más reciente entrega de autos provocó diversos comentarios, sobre todo en algunos casos en que se volvió a premiar a algunos luego de que habían sido estimulados en una o dos ocasiones anteriores, mientras que a otros no se les ha dado nada.