El ajedrecista cubano-español Arián González, detenido violentamente en Cuba por protestar en Camajuaní de manera pacífica, envió su agradecimiento en las redes sociales a todos los que lucharon por su liberación y advirtió a la dictadura castrista que este era solo el comienzo.
El día 12 de julio, el ajedrecista y también abogado afincado en la ciudad gallega de Ourense, fue detenido por la policía del régimen y acusado posteriormente de desacato a pesar de la evidencia de no haber resistido el arresto, debido a encontrarse solo.
Tras varios días en prisión, una posterior huelga de hambre y haber sido sometido a arresto domiciliario, González finalmente quedó en libertad sin cargos tras una multa administrativa de unos 2000 pesos cubanos. González escribió en su perfil de Facebook en agradecimiento a todos los que estuvieron pendientes de su situación.
“Es imposible salir victorioso de una crisis sin agradecer a los amigos y familiares que me han aportado para obtener este triunfo. A mi familia, A mis compañeros del ajedrez (mi pasión), A mis compañeros de Derecho y abogados, A mis hermanos cubanos que sufren la opresión y la falta de libertades de la dictadura”, escribió.
“A los españoles que de forma decidida y apasionada demostraron un inmenso cariño por Cuba y por mí, que soy su amigo y su paisano, a mi abogado, un sobresaliente profesional y amante de la justicia. A mi novia que en medio de terribles pruebas y dudas confió en mí más que en nadie, a los cristianos que oraron por la verdad y por la paz de Cuba. A todos los cubanos que lucharon a pecho descubierto sin temor para alcanzar la libertad de Cuba. A los cubanos del exilio que apoyaron a sus hermanos y a este sencillo servidor. A los presos y desaparecidos que nunca más estarán solos, ¡MUCHAS GRACIAS A TODOS! ¡La lucha continúa!”, concluyó.
González había viajado a Cuba a inicios de mes de julio para visitar a su madre, diabética, y se mostró muy agradecido por la ayuda recibida desde que se supo de su detención.
“La solidaridad y el apoyo internacional me salvaron de la cárcel. Mis amigos no corrieron la misma suerte”, expresó González a la prensa española tras su liberación.