Un polémico proceso judicial por terrorismo que se prolongó durante once años en Bolivia quedó cerrado este martes con la absolución de los acusados, entre ellos opositores a Evo Morales y el militar que capturó al "Che" Guevara en 1967 en el país.
El juez Sixto Fernández dio a conocer la resolución, después de que el Ministerio de Gobierno (Interior) y la Fiscalía decidieron retirar las acusaciones, según reportes periodísticos.
El canal France 24, que retomó un cable de AFP, señaló que el tribunal "falla declarando sentencia absolutoria", después de que se retiró la acusación.
Los liberados son 39 bolivianos acusados por el gobierno de Morales de integrar un grupo secesionista, de alzamiento armado y planear su asesinato.
Tras la renuncia de Morales en noviembre pasado por una fuerte convulsión social, el nuevo gobierno transitorio de la conservadora Jeanine Áñez le dio un giro de 180 grados al proceso.
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Entre los absueltos está el exgeneral de Ejército, Gary Prado Salmón, quien capturó en 1967 al guerrillero Ernesto Che Guevara.
La sentencia "es el resultado de una larga lucha de no dejarnos doblegar, hemos luchado con las armas de la ley", dijo con lágrimas el exmilitar, postrado en silla de ruedas por un disparo fortuito en la década de los 80.
Los 39 bolivianos eran señalados de tener nexos con un grupo de mercenarios extranjeros liderados por el boliviano-croata Eduardo Rózsa que, según la acusación, planeaban asesinar a Morales y balcanizar el país.
El "caso terrorismo" estalló el 16 de abril de 2009, cuando un comando policial realizó una operación en un hotel de Santa Cruz que se saldó con tres extranjeros muertos y dos detenidos, acusados de formar parte de una célula terrorista que supuestamente pretendía la secesión de la región cruceña y atentar contra Morales.
En el mismo operativo fueron arrestados el boliviano-croata Mario Tadic y el húngaro Elód Tóásó, quienes fueron liberados en abril de 2015 tras cumplir condena por los delitos de terrorismo y alzamiento armado.
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Tóásó y los familiares de Dwyer hicieron pronunciamientos internacionales denunciando injusticia.
Tras ese operativo, la fiscalía acusó a decenas de bolivianos de haber apoyado el grupo de Rózsa y los encarceló o los persiguió.
En 2015, tras someterse a un proceso abreviado, el croata-boliviano Mario Tadic y el húngaro Elöd Tóásó fueron condenados a cinco años y diez meses de prisión cada uno por alzamiento armado contra la seguridad del Estado con fines secesionistas.
Como ya habían cumplido su condena, abandonaron Bolivia alegando que temían por su seguridad y demandaron al Estado ante organismos internacionales por crímenes de lesa humanidad.
El abogado recordó que otros seis procesados, incluidos Tadic y Tóásó, que se declararon culpables, ahora con esta sentencia pueden acudir a un recurso de revisión extraordinaria de sentencia, para declararlos absueltos a ellos también.
(Con información de Efe)