Hasta el miércoles, unos 80 millones de personas en Estados Unidos recibieron la ayuda federal para paliar la crisis generada por la pandemia de coronavirus en el país, de acuerdo con declaraciones del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, a medios de prensa.
Se trata de 1.200 dólares (2.400 para las parejas casadas, más 500 por cada hijo menor de edad) que, en alguna medida, aliviarán a las personas más afectadas por el aumento del desempleo generado por la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, varios políticos estadounidenses han considerado que la ayuda no es suficiente si se compara con los daños provocados por la situación sanitaria a la economía doméstica. Por eso, los congresistas demócratas Ro Khanna y Tim Ryan buscan ampliar no solo la cantidad dinero para las familias necesitadas, sino también el período durante el cual se entregará.
Ambos legisladores han llevado adelante una propuesta que lleva el nombre de "Acta de Dinero de Emergencia para la Población" y que plantea aprobar pagos de 2.000 dólares mensuales para los ciudadanos mayores de 16 años con ingresos que no superen los 130.000 dólares al año.
Si se llegara a aprobar tal disposición, el monto de los cheques de ayuda federal para las parejas se duplicaría (serían 4.000 dólares).
Sin embargo, el punto más importante de la propuesta no es el monto de la ayuda, sino la continuidad, puesto que los pagos estarían garantizados por lo menos durante seis meses y se renovarían de manera automática por seis más, a menos que la tasa de empleo en Estados Unidos regrese a los niveles previos a la pandemia de coronavirus, publicó este jueves el canal de noticias Univisión 23.
"Un cheque de $ 1.200 entregado una sola vez no es suficiente. Los estadounidenses necesitan recibir efectivo mientras dure la crisis para poder sobrevivir, mantenerse saludables y estar listos para regresar a sus trabajos", dijo Khanna, representante de la región de Silicon Valley, California, en el congreso federal.
Tanto Khanna como Tim Ryan coinciden en que los cheques enviados a los estadounidenses a través del Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS) son insuficientes para hacer frente a la crisis generada por la COVID-19.
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Varias organizaciones defensoras de los derechos de la comunidad inmigrante e indocumentada han criticado que la ayuda federal no beneficia a este grupo, uno de los más vulnerables en todo el país.
Hasta ahora solo el estado de California y la ciudad de Chicago han ofrecido ayuda a sus comunidades de inmigrantes.
Según trascendió esta semana California creó un fondo para ayudar a los inmigrantes indocumentados, los cuales representan el 10 % de la fuerza laboral allí, anunció el gobernador Gavin Newsom.
Los inmigrantes podrán recibir un cheque de hasta 1.000 dólares por familia y 500 por persona, para aliviar la tensión financiera provocada por la pandemia de coronavirus. Este paquete de estímulo económico cuenta con un fondo de 125 millones de dólares (75 millones provienen del gobierno de California y el resto de corporaciones y filántropos).