Francis Suárez investigará censura en estadio de los Marlins durante juego del Team Asere

El alcalde de Miami Francis Suárez prometió investigar los actos de censura que se reportaron en el estadio LoanDepot, durante la semifinal del Clásico Mundial de Béisbol entre Cuba y EE. UU. el pasado domingo.

Aunque ese día el alcalde de la ciudad había indicado que se permitiría la entrada a la instalación de carteles y camisetas con consignas contra la dictadura de La Habana, los empleados del evento inicialmente devolvieron a varias personas.

"No está clara en este momento cuál fue la razón por la que, desde mi punto de vista, cambiaron la política desde principio del día hasta el mediodía", comentó Suárez al periodista Yuniesky Ramírez.

Además, Suárez confirmó que en las conversaciones que tuvo con personal de alto rango del estadio de los Marlins, "yo creo que ellos entendieron inmediatamente cómo esto se podía haber interpretado como algo ofensivo, algo que puede dañar a los fanáticos del equipo por un tiempo de largo plazo".

"El estadio fue pagado por fondos comunitarios de los contribuyentes. Sin duda nosotros investigaremos, hablaremos con ellos y tener (sic) un diálogo para que esto no pase de nuevo", añadió el funcionario estadounidense.

 

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Otros políticos cubanoamericanos reaccionaron ante los reportes del inicio del partido en Miami, cuando los organizadores no estaban permitiendo ingresar a personas con carteles y camisetas que portaran consignas contra el régimen cubano.

Uno de ellos fue el senador Marco Rubio, quien escribió en su perfil de Twitter: "Sigo recibiendo reportes de que @Marlins están haciendo cumplir las reglas de censura del régimen cubano contra los ciudadanos estadounidenses que asisten al partido de esta noche entre EEUU y Cuba".

También el congresista Carlos Giménez llamó al estadio para rechazar la censura, que más tarde fue corregida.

"Les negaron la entrada a varias personas por llevar camisas y carteles de Patria y Vida al comenzar el evento. Dijeron que reconocían el error y lo rectificaron, permitiendo que entraran. La libertad de expresión es sagrada", expresó Giménez.

El juego Cuba-Estados Unidos, que culminó con un marcador desfavorable para la isla de 14-2, fue histórico por las protestas contra el régimen de La Habana.

Dentro y fuera del estadio de béisbol se escuchó fuerte y claro el mensaje de libertad para Cuba y de rechazo a la dictadura.