El periodista cubano Edmundo García, aliado del régimen castrista, pero radicado en Miami, protagonizó un escándalo por alimentos en un establecimiento de esa ciudad. Debido a ello fue expulsado del mercado por las fuerzas policiales.
“Hoy es un día de descanso, donde no reparten cantina y salí un momento a comprar alimentos. Este es un lugar apartado, este es el lugar donde puedo venir a comprar comida, caminando”, empezó diciendo García durante una directa en su canal de YouTube.
García señala que en ese sitio no le quisieron vender comida por sus “ideas políticas” y eso era “una violación de la ley”. El vocero comunista apeló a “conversar” con el dueño del local, mientras proponía un enfrentamiento a estos “personajillos”. “Ella dijo que no me podía vender comida y que abandonara el local”, agregaba Edmundo.
En un intercambio con el manager del puesto de ventas de alimentos, este le comunicaba que en su establecimiento admitía a quien quisiera y “simplemente él no era bienvenido”. “Yo no tengo que darte explicaciones, esto es propiedad privada”, insistía el dueño.
Tras estas afirmaciones el periodista amenazó al dueño con llevarlo a la corte y agregó: “Esto te va a pesar donde te duele, en el bolsillo”. “Tú sabes que está cometiendo una ilegalidad”, añadía.
Minutos después aparecía la policía en el local y explicaban que si el dueño le tenía prohibida la entrada, él no podía asistir a ese sitio. “Yo respeto a la autoridad y voy a salir, pero es la evidencia es permanente”, replicaba Edmundo en alusión al video que estaba grabando.
“Si usted regresa aquí puede ser arrestado. Búsquese otro mercado”, le explicaba en un tono amable una de las policías latinas que atendió al cubano. Finalmente la policía lo convidó a salir de la zona en su presencia.
García se asombró por la presencia policial y mostró al menos cuatro patrullas policiales. “Un hombre que nada más vino a comprar comida y me han discriminado”, aseguraba el comunicador.
A inicios de octubre García volvió a protagonizar otro escándalo, tras filtrarse un vídeo íntimo. Entonces el ex presentador cubano culpó a “una mafia” que lo quiere desacreditar. No obstante aseguró que seguía siendo “revolucionario”.
“Una vez más digo públicamente que todo esto es públicamente permitido y consentido por el gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel”, precisaba.