Líder islámico Louis Farrakhan pidió castigar a Florida con más COVID-19 por embargo contra Cuba

Louis Farrakhan, polémico ministro religioso y activista político en Estados Unidos, aseguró este fin de semana que pidió a Dios convertir el estado de la Florida en epicentro del coronavirus en represalia por mantener el embargo al régimen de Cuba
Louis Farrakhan en su discurso del sábado 4 de julio del 2020. Captura de pantalla: ADN Cuba
 

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Louis Farrakhan, polémico ministro religioso y activista político en Estados Unidos, aseguró este fin de semana que pidió a Dios convertir el estado de la Florida en epicentro del coronavirus en represalia por mantener el embargo al régimen de Cuba, e impedir que brigadas médicas de la isla combatan la COVID-19 en EE.UU.

“Florida: ¿te estás convirtiendo en epicentro del coronavirus? Yo le pedí a Dios que lo hiciera”, confesó durante su discurso del 4 de julio Farrakhan, de 87 años, quien se ubica a la cabeza del movimiento Nación del Islam.

“Debo decirles que este hombre que habla con ustedes tiene poder ante Dios. No soy un falsario. Soy un interlocutor real”, añadió el líder de la organización nacionalista islámica, quien es un conocido simpatizante del castrismo.

El ministro arremetió contra los “cubanos de la comunidad judía del sur de Florida” por supuestamente dañar la relación de Estados Unidos con Cuba.

“¿Por qué le pedí a Dios que dejara caer este mal sobre Florida? Porque debido a los miembros de la comunidad judía que perdieron todo, su odio por Fidel Castro nos impide tener una mejor relación con Cuba”, afirmó, aludiendo a los políticos del estado en el que permanece la mayoría de la comunidad cubanoamericana en ese país.

“Sí, yo pedí a Dios que echara fuertemente el virus en Florida, porque a 90 millas de Florida, la familia cubana, los negros cubanos, tienen una excelente relación con todos, con los hispanos, son nuestra familia. Allí no matan negros. Pedimos que se les alivie el asfixiante embargo”.

El ministro islámico aseguró: “Queremos que nuestros médicos cubanos nos cuiden. No confiamos en ustedes [médicos estadounidenses]”.

Arremetió contra las autoridades políticas y sanitarias de Estados Unidos y aseguró que el país está bajo un “ajuste de cuentas” diseñado por Dios. Afirma que ni el presidente Trump ni los científicos que buscan una vacuna y tratamientos podrán derrotar la pandemia.


“El COVID-19 es una peste enviada por Dios para castigar a los habitantes de la tierra por sus iniquidades e incluso los bienintencionados de nosotros deben aceptar este castigo”, dijo. 

Advirtió a los “hermanos de África” que no se vacunaran contra el coronavirus, ya que Estados Unidos tiene “un historial poco fiable en lo que respecta a salud”.

“No tomen sus medicamentos... El virus es una peste del cielo y la única manera de detenerlo es ir al cielo”, dijo Farrakhan, quien criticó al doctor Anthony Fauci y a la filántropa Melinda Gates, por querer “despoblar a la Tierra” mediante la vacunación masiva.


Desde su fundación en 1930, la Nación del Islam (NOI, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una de las organizaciones más ricas y conocidas en América Negra, ofreciendo numerosos programas y eventos diseñados para elevar a los afroamericanos.

“Sin embargo, su extraña teología de la superioridad negra innata sobre los blancos -un sistema de creencias rechazado vehementemente y consistentemente rechazado por los musulmanes dominantes- y la retórica profundamente racista, antisemita y anti-gay de sus líderes, incluido el primer ministro Louis Farrakhan, han ganado al NOI una posición prominente en las filas de las organizaciones de odio”, afirma la ONG Southern Poverty Law Center, reconocido grupo progresista de defensa de los derechos civiles.

El discurso que dio este sábado Farrakhan estuvo lleno de ataques contra Israel y personalidades de la comunidad hebrea, a quienes llamó “impostores satánicos enmascarados de abogados”.

Farrakhan ha visitado varias veces Cuba, donde se ha reunido con figuras de la cúpula de la dictadura, entre ellas Fidel Castro (en 2006) y su hermano Raúl Castro (en 2012).

 

 

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