Youtubers cubanos quieren triunfar en equipo

Ser youtuber en Cuba cuesta, pero si las cosas se hacen en equipo, entonces los costos se reparten y los éxitos también
 

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Ser youtuber en Cuba cuesta, pero si las cosas se hacen en equipo, entonces los costos se reparten y los éxitos también.

Así piensa un grupo de jóvenes que se hacen llamar Dose Team. Hace apenas tres meses iniciaron su canal de Youtube y ya han compartido con colegas de mucha experiencia. Quieren aprender rápido.

 

Y para acelerar ese proceso, el Colectivo +Voces junto a un grupo de emprendedores cubanos han actuado como catalizadores. La primera reunión fue convocada por este proyecto que tiene como inquietud amplificar las voces de esos jóvenes que no siempre tienen todas las herramientas para crecer. El lugar: Juanky's Pan, una hamburguesería en Playa “con responsabilidad social”, según la define su dueño.

Quisimos tener un equipo para ofrecer talleres, darle a esos jóvenes herramientas, experiencias y lo conseguimos. Nosotros queremos ofrecerles la plataforma para la producción de audiovisuales, de productos para redes sociales y todo lo que necesiten”, declaró Sandra Madiedo, una de las coordinadora del Colectivo + Voces.

En Juankis Pan, los chicos de Dose Team pudieron intercambiar experiencias con youtubers más experimentados como Daguito Valdés, del canal Yo hablo fútbol.

 

La convivencia ha sido muy buena— confesó Daguito— hicimos una especie de taller para aprender y fue un intercambio maravilloso. Aprendí  mucho de los jóvenes y espero que este intercambio se mantenga, ellos tienen todo mi apoyo. Sobre todo hay que agradecer a Sandra, promotora y coordinadora de estos encuentros.  Yo invito a todos los youtubers a que se unan a los debates. Y a los que les interesa esta gigante red social que sigan el reto de Jonathan: Youtuber por un día”.

Jonathan Montesino es el creador principal de Dose Team. Hace tres meses que decidió crear ese canal de Youtube.

No lo pensé solo, sino con un grupo de amigos. La realidad nos sorprendió, en poco tiempo hemos crecido, no en colaboradores, sino en actores que piensan los programas, lo graban, lo editan, los comparten. Funcionamos orgánicamente”.

Una de esas chicas que llegó hace muy poco al equipo fue Adianis Almeida. Ella fue parte de un reto que estaban grabando.

Ocurrió en las Playas del Este. Llegaron unos muchachos, me presentaron lo que hacían y yo acepté el reto. La idea me pareció genial y hoy soy parte Dose Team”.

 

Daniela Ruiz se unió a Adianis; llegaron por la misma vía. “Yo no tengo pensado tener un canal propio— aclara Daniela— estoy muy a gusto con el que canal en que estoy. Si algún día lo tuviera, me gustaría ser una influencer para las demás personas, pero ser consciente de mis actos, de lo que pueda llegar a representar para otros jóvenes”.

Es un poco difícil a la hora de reunirnos, algunos estudiamos, otros trabajan o están en el Servicio Militar. Tratamos siempre de coincidir el mayor tiempo posible. Nuestros padres  nos apoyan y eso es muy importante, a veces desconocen y tienen prejuicios, pero ellos indagan y nosotros le explicamos lo que hacemos. Al final hay que reconocer que la diferencia generacional marca pautas entre el consumo de determinados productos, y Youtube es un caso preciso”, agregó Daniela.

Los jóvenes que integran Dose Team tienen entre 17 y 22 años de edad, todos diferentes, todos formando un equipo. Kevin Ruiz es uno de los más comunicativos, tiene un rostro expresivo y habla con pausa. No quiere dejar de hablar, pide la palabra a sus amigos y expone sus criterios:

Todo lo hacemos sacrificándonos, buscamos lugares bonitos para grabar, por ejemplo hicimos uno en la XIII Bienal de La Habana, tratamos siempre de estar en contexto con lo que ocurre en la ciudad. Hemos estado en otros lugares lejanos, y eso conlleva un gasto, viajar de una provincia a otra es caro y un sacrificio, pero vale la pena”.

 

El acceso a los recursos en la mayoría de los casos es el freno principal al que se exponen los jóvenes cubanos que se aventuran en la gran jungla tecnológica que puede ser Youtube. Contra eso tienen que luchar diariamente los que se convierten en actores de esa red social.

Grabamos con un celular –aclara Marcos Alejandro—, y recogemos el audio con otro. A la hora de editar ya eso es una complicación, porque la imagen está por un lado y el audio por otro, además que no tenemos garantía de calidad. Pero creemos que esto es el inicio, poco a poco iremos creciendo”. 

Y en lo que llega un futuro con mejores posibilidades, este equipo de jóvenes y adolescentes se aferra a los deseos de convertirse en reconocidos influencers, pero cosechando los triunfos en equipo.

 

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