Ulises Toirac sobre reformas económicas: "Desde que nací están rectificando"

"El capital político con que cuenta internamente el gobierno cubano para hacer la nueva reforma económica es bastante bajo", aseguró el humorista
 

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El castrismo es un cementerio de promesas incumplidas. En la historia de ese régimen de oprobio y bobería sobran los discursos, las reuniones, los “estamos encontrando una solución” y otras fintas similares para calmar con palabras la sed de hechos de un pueblo acostumbrado a padecer con estoicismo las veleidades de unos viejos egoístas.

Pero como el río de Heráclito, que es el mismo aunque las aguas sean distintas, así evolucionan los cubanos dentro del cauce monótono del régimen. Ya nadie cree en promesas cuando se nota que el río se seca y el agua toca a menos para cada pez. La crisis económica se ahonda; ante tanta pobreza sobran las palabras.

“El capital político con que cuenta internamente el gobierno cubano para hacer la nueva reforma económica es bastante bajo por varias razones”, asegura el humorista cubano Ulises Toirac, que desde hace un tiempo se ha convertido en un agudo observador de la realidad nacional.

“En primer lugar, porque este es el décimo quinto o decimosexto período de rectificación de errores. Estamos rectificando desde que nací casi. Y el final no se ve, porque nunca se termina de rectificar”, aclaró.

A juicio de Toirac, el gobierno puede prometer sinceramente o no —poco importa dentro de la lógica de su análisis— lo que quiera, pero hay realidades más fuertes que esas palabras. Por ejemplo.

“Estoy viendo y me llega por conversaciones de gente de todo el país que en las tiendas MLC se están vendiendo productos que se ofertaban en CUC, y dado lo complicado de las importaciones en las condiciones actuales, eso implica un desabastecimiento de las tiendas CUC, porque (y es lo que está sucediendo) es imposible mantener ambos surtidos. Y esta fue una de las cosas que se prometió en la publicación de las medidas la pasada semana”.

Ya hay algunos indicios y —para variar— algunas promesas. Sin detergente, aceite, pollo y jabón abrieron las tiendas en divisa en Sancti Spíritus ayer 21 de julio, capital de la provincia central, según reportaron personas entrevistadas por medios locales.

Según directivos de la provincia, esos productos en falta sólo se venderán en las tiendas en divisa cuando se haya completado el abastecimiento de las tiendas en CUC y CUP. Pero no dijeron cuándo estará completo el surtido de las tiendas tradicionales.


Desde que, la semana pasada, jerarcas del régimen anunciaran un paquete de medidas económicas para paliar la crisis —entre ellas la apertura de estos establecimientos—, las reacciones entre los cubanos han sido muy distintas a las descritas por el medio espirituano.

“Es una falta de respeto al cubano, al de a pie, que somos la mayoría. Sin palabras, indignados e impotentes, así nos sentimos”, opinó Ibet Pascual Sánchez, un santiaguero, ya que no tiene acceso a los dólares, pues no recibe remesas del extranjero.

Ella y otros cubanos expresaron este lunes su desacuerdo en los comentarios a un post de la página de Facebook “El Chago”, un sitio donde se publican contenidos sobre Santiago de Cuba.

Por su parte, la usuaria identificada como Aleida Amita, denuncia que es una “falta de respeto, abuso, hasta cuándo los trabajadores vamos a sufrir tanto atropello. Venta en MLC cuando el salario es mísero y en MN [moneda nacional]. No hay consideración con el pueblo”.

La agricultura, ahorcada entre la ineficiencia gubernamental y la crisis internacional a causa del coronavirus, está cuesta abajo y sin freno. Además de los alimentos, también escasean otros productos, desde detergentes hasta pasta dental

Para comprar en los nuevos centros, hay que hacerse una tarjeta electrónica asociada a una cuenta en el banco, donde se depositará la divisa para realizar la compra. Este es el único medio posible de compra aprobado por el régimen.

De acuerdo con economistas, el objetivo es controlar toda la Moneda Libremente Convertible (MLC) que entra y circula en Cuba, pues la escasez de dinero en manos del estado es acuciante. Como medida relacionada, la semana pasada el ministro de Economía, Alejandro Gil, anunció el fin del gravamen del 10% a todos los dólares en efectivo que entren al país, disposición vigente desde 2004.  

Sin embargo, no todos los cubanos podrán comprar en las nuevas tiendas, sólo los que reciban remesas o los poquísimos que ganen en dólares. El cambio del CUC a dólar ya superó los 1.25, lo que ahondará las desigualdades y la pobreza de muchos.

 

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