Después de rumores sobre nuevas medidas económicas, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y otros jerarcas del régimen aparecieron en público para confirmarlos y explicar en qué consisten las nuevas medidas económicas que prepara el gobierno de la Isla.
Por lo que dijeron en el programa oficialista Mesa Redonda, lo más llamativo es el fin del gravamen del 10% a los dólares en efectivo que se reciben en la isla. Esa disposición existía desde 2004 y afecta sólo a la moneda en efectivo, no a las transacciones bancarias.
Al inicio del programa habló Díaz-Canel. No dijo nada nuevo ni dio precisiones sobre las medidas. En cambio, se extendió en críticas a los medios independientes que hablaron sobre la venta de alimentos y productos básicos en divisa, porque reprocharon las posibles consecuencias nocivas de estas medidas para las personas que no reciben remesas del extranjero.
Al respecto, el mandatario tanto como el ministro de Economía, Alejandro Gil, aseguraron que la venta de alimentos en CUP y CUC se mantendrá. Al mismo tiempo, se abrirá la venta de productos de “media y alta gama” en moneda libremente convertible (MLC), es decir, divisas. En efecto, entre ellos están artículos de limpieza y alimentos.
Según Gil, el objetivo es captar una “demanda solvente” en el país que puede comprar en dólares u otras MLC estas mercancías, obviamente, a altos precios.
Entre otras promesas, el titular de Economía habló sobre la aprobación de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), un pedido de economistas, oficialistas y opositores, antiguo como la ineficiencia del sistema cubano que, al fin, parece entrar en los planes de la jerarquía castrista.
Hay otras promesas: los privados podrán vender a la zona Mariel y recibirán el 80% de su pago en divisas; también, podrán exportar e importar libremente y dijeron que se estudia la inversión extranjera directa, sobre todo en la producción de alimentos. Hubo una vaga mención a la unificación monetaria en el discurso de Díaz-Canel. Sin embargo, con la historia de inconsistencia del régimen, todo está por verse.
Estas Mesas Redondas continuarán pues, al parecer, habrá más medidas y el régimen pretende explicarlas todas a los ciudadanos. Al respecto, Díaz-Canel atacó a los medios independientes por hacer justo eso mismo, pero con una visión distinta a la de los medios oficiales.
Dijo que la prensa independiente prometió un “apartheid económico”, algo así como una segregación de los mercados en dependencia del poder adquisitivo y la posibilidad o no de comparar en divisas.
Obviamente, el gobierno negó que esa fuera su intención, pero son claras las implicaciones de estas medidas: no todos van a poder comprar en MLC y está por verse si el régimen puede mantener bien surtidas todas las ofertas, las de CUP, CUC y MLC, sea esa o no su intención.