El crítico cubano de cine Gustavo Arcos Fernández-Britto cuestionó el empecinamiento del oficialismo del régimen y sus órganos de propaganda por hacer creer al pueblo que el país está siendo objeto de un “Golpe Blando” y, de paso, deslegitimar todas las críticas auténticas de ciudadanos y activistas.
“Sigan hablando del Golpe Blando y de conspiraciones foráneas, que el Golpe Duro lo tenemos aquí, desde el 1 de enero. Mientras más energía y tiempo gasten en culpar a los otros de los males del país y de ver la paja en el ojo ajeno, más ciegos e incapaces serán, para resolver los verdaderos problemas internos”, escribió el también profesor en su perfil de Facebook.
Su post ha generado hasta el momento decenas de comentarios y reacciones, la mayoría coincidentes con su observación. Y es que para los cubanos, mientras el discurso oficial y la propaganda mantienen relatos de trinchera y defensa de la pretendida revolución, la verdadera batalla se libra en el día a día bajo los elevados precios impuestos como parte del ordenamiento monetario y una escasez de alimentos y artículos de primera necesidad cuyo fin no se vislumbra.
“La intención de algún grupo elevada al rango de conspiración de todos los que nos atrevemos a denunciar y a proponer. Como si, duro o blando, un golpe aquí fuera posible. Como si no hubieran creado las condiciones para que algo así no se produzca. Cortinas de humo y unos medios que no cesan de hacer el ridículo, sin que los muchos afectados tengan derecho de réplica. Gracias por tu postura digna, profe”, comentó en el post el usuario identificado como Juan Carlos Sáenz.
“La verdad que yo no entiendo nada. Esta gente está apretando la tuerca a más no poder. No sé si ellos quieren que la gente se tire pa´ la calle y eso termine como la fiesta del Guatao o qué... la verdad que las medidas que están tomando me parecen totalmente arbitrarias y a años luz de la realidad del pueblo”, escribió por su parte Mario Acosta, en franco cuestionamiento al proceder de los dirigentes del régimen.
“No sé qué están buscando... o como escuché en algún lugar, que están recogiendo dinero pa´ meterlo en un avión y largarse todos al mejor estilo de los dictadores latinoamericanos”, agregó.
Comentarios como estos y críticas como la de Arcos son disminuidas en el discurso oficial por el gobierno de la isla y sus acólitos, quienes pretenden hacerlas ver como parte de campañas mediáticas y planes subversivos contra el “proyecto revolucionario”.
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En los medios oficialistas abundan artículos y análisis sesgados que dan cuenta de un supuesto entramado institucional e internacional que coordina un “Golpe Blando” para lograr el cambio de régimen en Cuba. El oficialista Cubadebate incluso tiene una página temática al respecto, con artículos tan “sugerentes” como “La NED persiste en Cuba, cual hiena hambrienta” y “Los ideólogos del golpe blando: Open Society en Cuba y la articulación contrarrevolucionaria”.
Sin embargo, la insuficiencia del sistema cubano para responder a necesidades básicas de su pueblo, con golpe blando o sin él, se mantiene invariable, lo que hace que las críticas e inconformidades ciudadanas se sucedan unas a otras y aumenten en profundidad y alcance.
Ello, al punto de que la posibilidad de un estallido social no parezca tan lejana en el tiempo como en otras ocasiones, ni que requiera para su materialización del accionar de agentes foráneos.