Sandro Castro, el "popular" nieto empresario de Fidel Castro, salió una vez más a burlarse en redes sociales de los problemas que atraviesan los cubanos de a pie: esta vez precisamente sobre el transporte.
Hace unos días publicó en Instagram -la red que más utiliza- una imagen de un caballo en alguna zona de Cuba y escribió, acompañado de stickers risueños: "Me voy para la pista en esto". Por supuesto, la foto la tomó dentro de su auto.
El último alarde que hizo a finales de enero fue cuando se preparó "un tortillón" y lo publicó igualmente en Instagram.
A juzgar por el tamaño y los ingredientes que utiliza bien pudiésemos decir que no se trata del común queso proceso, al cual accede -cuando aparece en las tiendas- el cubano promedio.
El joven Castro también presume en las redes cuando logra llenar de gasolina el tanque de su auto en una Habana desabastecida y fue dueño en el pasado del bar Fantaxy, cerrado luego de que se relacionara la instalación con presuntas redes de prostitución y escándalos de consumo de drogas.
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Lo anterior ocurrió precisamente en septiembre de 2019, apenas una semana después de que el gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, anunciara sobre la "situación coyuntural" que se mantiene hasta hoy.
Como el resto de la familia Castro, Sandro también disfruta de sus viajes al exterior, de los cuales hace una gala descarada de su parentesco con Fidel, viéndose en muchas de sus publicaciones donde llega incluso a llamarse la ‘familia real’.