Sandro Castro, uno de los nietos más polémicos del fallecido dictador cubano, Fidel Castro, defendió en sus redes sociales su derecho a divertirse y relajarse en un hotel “Todo incluido” de Santa María, al centro de Cuba, después que sus imágenes en una fiesta en la playa fuesen publicadas en redes sociales.
Castro compartió en sus historias un agradecimiento a quien comentó el post arguyendo que él (Castro) no tenía la culpa de los errores que se cometían en la isla y era un joven con derecho a divertirse, a pesar de ser nieto de Fidel.
“Me estresa ver estas cosas. ¡Por Dios! Él es joven, tiene todo el derecho del mundo a divertirse. Yo no soy comunista ni tengo nada que ver con temas políticos, pero es que estas publicaciones las veo tan estúpidas. Por Dios, en este país se hacen muchísimas cosas mal y nada de eso depende de él, él simplemente es nieto de… no el presidente del país”, afirmó la usuaria Dany-Milans.
Este mensaje lo compartió Castro en sus historias, con un emoticón de “Gracias”. Así, el nieto del dictador regresa al victimismo que lo llevó a pedir perdón públicamente cuando presumió sus carros de lujo en un video que causó que incluso uno de sus tíos lo llamara “la papa podrida”.
Sandro fue captado esta semana mientas se relajaba en un hotel “Todo Incluido” de Cayo Santa María, al norte de Villa Clara, en el centro de Cuba. Según imágenes y video publicadas por “UnMartítodurako” en Instagram, disfrutaba junto a su pareja, Daniela Álvarez.
El dueño del EFE Bar habanero era parte de una fiesta en la arena de la instalación turística, que pocos cubanos pueden pagar. “Sandrito Castrin, te estoy observaaaando ahora mismo”, le escribió el conocido youtuber.
Alrededor de Castro pueden verse varias personas con pose de guardaespaldas. Mientras, el nieto fiestero de Fidel, posa con un habano, al más puro estilo de su abuelo. Está claro que Sandro no tiene idea que lo que es una cola del pollo o un apagón en Cuba.
El nieto del extinto dictador está constantemente en el ojo del huracán por presumir de un estilo de vida que dista mucho de la vida del cubano de a pie. Sandro gusta de los lujos del capitalismo y presume de ello sin ningún pudor.
