La agencia Inter Press Service (IPS) informó este lunes en su perfil oficial de Facebook que un "lamentable feminicidio" habría ocurrido en la comunidad rural El Indio, del municipio Amancio, en Las Tunas, el pasado 16 de abril, según confirmaron "fuentes comunitarias" a la agencia de prensa.
Se trata del primer feminicidio del que se tenga noticia ocurrido después de la entrada en vigor de medidas de aislamiento social, establecidas por el Gobierno de la Isla para evitar la propagación del nuevo coronavirus, causante de una pandemia mundial.
Según IPS, varias personas de Las Tunas "reportan la muerte de una mujer y sus dos hijas, de dos y cinco años de edad, supuestamente a manos del exesposo, que ya no vivía con ellas".
La publicación en Facebook de la agencia de prensa acreditada en Cuba también recuerda que "ese mismo día, pero en el asentamiento informal y precario de Indalla, en el municipio habanero de Marianao, medios independientes reportaron presuntos abusos sexuales a dos adolescentes por parte de sendos oficiales de la Policía".
De acuerdo con el relato de los familiares de las víctimas, ambos policías habrían abusado sexualmente de las dos menores, a pesar de su resistencia. Tras la violación, las niñas fueron abandonadas en las cercanías del estadio del Palmar, en Marianao.
Elvira Pelegrín Laborde, madre de una de las dos víctimas, dijo al medio independiente CubaNet que acudió a una estación de policías a presentar la denuncia apenas conoció los hechos.
IPS logró corroborar "con personas que prestan ayuda a esas familias" que los allegados de "las adolescentes realizaron la denuncia e iniciaron en la medida de lo posible el protocolo a seguir para los abusos sexuales a menores de edad".
Tal como recuerda ese medio de prensa "diferentes agencias de la Organización de las Naciones Unidas alertaron que, en contextos de emergencia, 'aumentan los riesgos de violencia contra las mujeres y las niñas, especialmente la violencia doméstica'. Especialistas y activistas cubanas también alertaron del problema en el caso cubano".
El nuevo caso reportado, se trata, que se sepa, del segundo feminicidio de Cuba en 2020. A mediados de enero, el cuerpo sin vida de una mujer apareció en las ruinas de un antiguo cine en La Habana. Presuntamente, la víctima fue lanzada por su agresor desde el apartamento donde vivía.
Poco antes, el 31 de diciembre de 2019, otra cubana de 33 años, Mariennys Rodríguez, fue asesinada, violada y descuartizada en Jarahueca, Sancti Spíritus, por su expareja.
Todos los casos, que fueron denunciados por amigos y familiares de las víctimas en redes sociales, y fueron informados por los medios de comunicación independientes, se suman a otras decenas que jamás alcanzaron los titulares de los diarios y las revistas, y que la prensa oficial oculta.
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En la Isla, incluso la directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Mariela Castro Espín, ha negado la más letal de las formas de violencia de género: el feminicidio. La hija del general Raúl Castro declaró en 2015 al diario Tiempo Argentino que en la Isla no ocurrían femicidios. "Porque Cuba no es un país violento, y eso sí es un efecto de la revolución", dijo.
El régimen cubano también ha hecho caso omiso a la solicitud de la sociedad civil de la Isla de considerar la aprobación de una ley integral contra la violencia de género en el país.
El 21 de noviembre 40 mujeres cubanas, entre las que había periodistas, activistas, profesoras y artistas, entregaron a la Asamblea Nacional del Poder Popular una Solicitud de Ley Integral contra la Violencia de Género. Sin embargo, aparentemente el Parlamento ya había decidido que no tendría en cuenta nada parecido a una norma contra la violencia machista.
Pocas semanas después, cuando la revista digital El Toque tuvo acceso al programa legislativo de la Asamblea hasta 2028, quedó claro que los diputados cubanos no considerarían una ley contra la violencia de género.