Familiares y vecinos de dos adolescentes presuntamente violadas por agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Marianao, La Habana, reaccionaron con indignación este jueves, tras conocer los hechos, informó el medio independiente CubaNet.
"Íbamos para [el barrio de] Pogolotti a un mandado de mi mamá, para recoger unas cosas que mi padrastro le iba a mandar a mi hermano. Cuando íbamos bajando por la plaza, viene subiendo la patrulla y nos piden carnet. Nosotros le dijimos que éramos menores de edad y que no teníamos carnet. Entonces ellos nos dicen: 'Bueno ustedes van presas con 3.000 pesos de multa, y cuando lleguen a la unidad ustedes llaman a sus madres'", relató una de las víctimas.
La menor de edad también refirió que ambas fueron conducidas en el auto policial hasta una zona alejada y oscura. "Nos llevaron por el Palmar, por ahí para abajo, por una finca que yo nunca, jamás en mi vida había ido", dijo la víctima a CubaNet.
Los dos oficiales "estaban tomando alcohol y nos estaban dando besos", añadió la adolescente de 17 años.
En ese lugar ambos policías habrían abusado sexualmente de las dos menores, a pesar de su resistencia. Tras la violación, las niñas fueron abandonadas en las cercanías del estadio del Palmar, en Marianao.
Elvira Pelegrín Laborde, madre de una de las dos víctimas, dijo a CubaNet que acudió a una estación de policías a presentar la denuncia apenas conoció los hechos.
Los oficiales "se demoraron cantidad en atendernos. Cuando les dio la gana nos dijeron que ellas iban a ir para medicina legal y que después íbamos a ir al lugar de los hechos (…). Dijeron que nos iban a llamar por teléfono a ver cómo proseguía esto, porque ellos dos eran oficiales de la policía", denunció Pelegrín Laborde.
En el video publicado por CubaNet puede verse la indignación de los residentes en el barrio Indalla, quienes salieron a la calle a pesar de las medidas de aislamiento social orientadas por el régimen cubano y denunciaron a viva voz los hechos de la Policía.
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A principios de abril, familiares de un menor de ocho años de edad, víctima de abusos lascivos y ultraje sexual, denunciaron que las autoridades policiales del municipio Madruga, provincia Mayabeque, ofrecieron al agresor un tratamiento diferenciado y hasta comodidades que rayan con la impunidad.
El menor fue agredido por Ernesto Roque Cruz ―de 82 años de edad y esposo de su abuela materna―, mientras se encontraba bajo su custodia el pasado 1 de abril, cuando la madre del niño había acudido a una consulta médica mensual.
De inmediato, la familia de la víctima interpuso un denuncia en la sede de la Policía de Madruga, donde el agresor estuvo dos días retenido hasta que dispusieron "dejarlo en libertad bajo fianza supuestamente hasta el día del juicio".
La prensa estatal en la Isla no publica casi en absoluto delitos contra niños y adolescentes, especialmente los de naturaleza sexual. Los escasos eventos que han trascendido se deben a la presión de la sociedad civil ―como el caso de la niña santiaguera de ocho años de edad― y al papel de la prensa independiente.