Fuerzas represivas del régimen cubano decomisaron en una finca en Ciego de Ávila varios sacos de fertilizantes luego de una llamada anónima a la policía.
El presunto “chivatazo”, de factura tan común en la Isla, alertó a los agentes policiales para que estos iniciaran un registro que develó que en la finca Vista Alegre, ubicada en el kilómetro dos de Morón a Chambas, existían mercancías sin un respaldo legal.
En todo el país los agricultores no pueden contar con la ayuda del Estado para mantener sus producciones; la gestión particular que logren hacer es la que garantiza que exista un plato de comida en sus mesas y que otros cubanos puedan acceder a sus productos luego de las cosechas.
En el reporte para el Sistema Informativo de la Televisión Cuba se informó que el agricultor será sancionado por el delito de receptación. Durante las investigaciones en la finca se encontraron sacos de urea y otros abonos.
Según las fuentes entrevistadas unas 30 hectáreas de tierra en la provincia se quedaron sin fertilizar debido a este desvío de recursos y las pérdidas en producción ascienden a 100 toneladas de arroz.
También se encontraron en el lugar balas de gas y otras mercancías que fueron retiradas por la policía.
En junio pasado el régimen incautó tres toneladas de fertilizantes en el municipio especial Isla de La Juventud.
Unos 75 sacos fueron encontrados luego de que la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en ese territorio recibiera una llamada de los vecinos. El abono había sido comprado por unos hermanos de una cooperativa de cultivos varios.
La escasez en la Isla se agrava con los días. A finales de mayo se supo que los campesinos en Holguín usaban un compuesto de cal, azufre, material rocoso azul y harina de pescado para el tratamiento de los suelos porque no poseen fertilizantes. Esta situación se multiplica en todo el país donde el desabastecimiento y la desidia del régimen se erigen también como cultivos, lo que estos no necesitan abono.
El régimen cubano, a modo de escarnio, se ha lanzado a luchar contra las ilegalidades y el mercado negro existente en la Isla. La pandemia por el nuevo coronavirus ha sido el escenario para todo el show mediático que se ha desatado en la televisión cubana. El acaparamiento está en las mirillas de la dictadura, que lo ha permitido por años pero que ahora lanza las redes.