Una gran redada de inspectores estatales y agentes de la policía en Boyeros, La Habana, impuso multas y decomisos a más de una decena de vendedores ambulantes.
En declaraciones a Radio y Televisión Martí, Osvaldo Mendoza Ferriol, uno de los afectados, dijo: "La mayoría son personas del reparto Fontanal que tienen sus mesitas para vender cosas del hogar, que pagan impuestos. Fueron multados con hasta 4500 pesos (180 dólares) . Tenían productos que según las autoridades no pueden vender, solo puede hacerlo el Estado".
Según agrega este medio, Mendoza Ferrior fue llevado a la unidad policial del Wajay y multado con 2 mil pesos (80 dólares) por vender galletas dulces.
El hombre agregó que es vendedor ambulante y no tiene licencia porque está viviendo en La Habana, pero él es de Granma.
"Estoy ‘ilegal’ aquí en la capital. Para sacar una licencia tengo que hacer el cambio de dirección, con todas las trabas y demoras que suponen esos trámites".
En diciembre pasado la página Cubanos por el Mundo difundió un video, grabado al parecer por un cuentapropista, que se queja de una multa que le quieren poner.
En la grabación se observa una presunta inspectora que busca multar al señor por vender cebollas en Plaza, ya que dicen que él es de Marianao y supuestamente no puede vender en Plaza de la Revolución.
"Yo soy de Cuba y pago una licencia para vender. Yo trabajo para eso, yo pago para trabajar. Dice ella ahora que hay un decreto que dice que no puedo vender aquí. Cuando yo saqué mi licencia a mí no me dijeron eso. Yo puedo vender en toda Cuba”, explicó el cuentapropista.
El ambiente para el sector privado en la isla y los pequeños empresarios sigue siendo hostil, debido a las fuertes regulaciones que impone el gobierno.
Uno de los golpes fuertes fue el tope de precios desde el año 2018, que establece los precios máximos del comercio minorista de los productos agrícolas, tan demandados por los consumidores.