Cambiar la política de Estados Unidos hacia Cuba no es una prioridad para el presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki este 16 de abril.
Biden fue vicepresidente de Barack Obama durante el diálogo con el castrismo. Sin embargo, en su recién estrenada administración se ha desmarcado de un acercamiento con el régimen, a pesar de que su predecesor Donald Trump, impulsó numerosas medidas para dieron marcha atrás al “deshielo” con la isla.
Así lo aseguró este viernes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, al ser preguntada durante su rueda de prensa diaria por el 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), en el que dejará la jefatura Raúl Castro, informó EFE.
Entretanto, Castro insistió este viernes en la “voluntad” del régimen cubano de fomentar un diálogo “respetuoso” y “sin concesiones inherentes a su soberanía e independencia”, de lo que se infiere que la dictadura no está dispuesta a mejorar el precario estado de los derechos humanos en la isla.
El general máximo del país y hasta ahora Primer Secretario del PCC, en una jornada donde ratificó su renuncia a liderar formalmente el Partido, denunció el incremento “de las políticas contra Cuba por parte del gobierno de EEUU”, “la persecución financiera” y las “campañas contra la cooperación médica internacional”, según reportó la oficialista Agencia Cubana de Noticias, uno de los pocos medios con acceso a un Congreso que se celebra a puertas cerradas para la prensa extranjera y la independiente.
El régimen castrista, que depositó sus esperanzas de sobrevivencia en la salida de Donald Trump de la Casa Blanca, no está viviendo el escenario de distención e impunidad que imaginó con el presidente Joe Biden.
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Juan González, asistente de Biden y principal funcionario para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, declaró recientemente a la CNN que de haber alguna negociación con el régimen de Cuba sería gradual y no tendría nada que ver con el anterior "deshielo".
“Joe Biden no es Barack Obama en la política hacia Cuba”, dijo de manera tajante el alto funcionario.
Añadió en entrevista con CNN que “el momento político ha cambiado de forma importante, se ha cerrado mucho el espacio político, porque el gobierno cubano no ha respondido de ninguna forma, y de hecho la opresión en contra de los cubanos es peor aún hoy que tal vez fue durante la administración Bush”.
González dejó claro que entenderse con el castrismo no es prioridad en la agenda de Biden: “estamos muy enfocados en varias crisis alrededor del mundo, y también en la situación doméstica”, explicó el funcionario.
Varios han sido los altos funcionarios de la administración Biden que se han mostrado frontales emplazando al gobierno cubano por sus violaciones de derechos humanos, algo que el Partido Comunista esperaba que cayera en el olvido y el silencio cuando Trump terminara su mandato.
Según dijo Namita Biggins, portavoz del Departamento de Estado, quieren “apoyar a la sociedad civil” y “las organizaciones no gubernamentales”.
Señaló a la dictadura de Cuba como “la influencia maligna” en América Latina, que ha conseguido penetrar en Nicaragua y Venezuela. La situación de derechos humanos en la isla “es deplorable y sigue deteriorándose”, advirtió.