El régimen cubano podría estar tirando por la borda un pesado “lastre” que dificulta al castrismo, esa barca que se hunde, llegar al puerto de un posible entendimiento con la nueva presidencia de Estados Unidos. Al menos eso parece luego de la noticia de que la Embajada de Cuba en Bogotá “alertó” al gobierno colombiano de un supuesto ataque del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La carta difundida por Canal 1 y otros medios, con fecha 6 de febrero, asegura que el atentado podría ocurrir en los próximos días, ejecutado por el Frente Oriental de Guerra de esa organización ilegal.
“Hemos advertido de dicha información a la delegación de Paz del ELN en La Habana, la cual expresó total desconocimiento y reiteró la garantía de que no tiene ningún involucramiento de las decisiones militares u operaciones de la organización”, agrega el comunicado de la sede diplomática del castrismo, señalada recientemente por “injerencia” en aquel país.
Desde el fin de semana, los funcionarios cubanos tomaron la decisión de enviarle una carta-memorando a Colombia para advertirle que habían recibido la información, “cuya verosimilitud no podían confirmar”, sobre el posible ataque militar en Bogotá, informó El Tiempo.
El Frente Oriental es el mismo que este fin de semana arremetió contra Joe Biden, y contra el político colombiano Álvaro Uribe. Fuentes de inteligencia dijeron al mencionado diario que sus cabecillas se encuentran en Venezuela.
El Tiempo llama la atención sobre que la “alerta” de Cuba a Colombia se produce un mes después de que Estados Unidos volvió a incluir al régimen de Castro en la lista de Estados que patrocinan el terrorismo. Entre las razones, se mencionó la permanencia de líderes del ELN en La Habana, a pesar de tener órdenes de captura vigentes en Colombia por el atentado a la Escuela General Santander (2019), que dejó 23 muertos.
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“Expertos aseguran que la alerta a Colombia se podría interpretar como un desmarque de Cuba con sus incómodos huéspedes”, reportó El Tiempo.
Un documento secreto de esa guerrilla, revelado por el diario, habla de la urgencia de que sus cabecillas regresen a Colombia, incluso simulando un proceso de paz. También de una crisis interna y de un fraccionamiento, que quedaría en evidencia con el hecho de que sus líderes en Cuba dicen no conocer los planes del Frente de Guerra Oriental.
Cuba oficializó la alerta a Colombia el lunes hacia las 5 de la tarde cuando el embajador José Luis Ponce Caraballo se presentó a la Cancillería para entregar el documento que él mismo firma. Pero antes, Caraballo dio la misma versión a Carlos Ruiz Massieu, representante y jefe de la misión de verificación de Naciones Unidas en Colombia y a dos miembros de la Iglesia Católica.
¿Giro de timón en las relaciones Cuba-Colombia?
El mes anterior, un informe realizado por agencias de Estado colombianas denunció injerencia de Cuba en la nación sudamericana de cara a los comicios presidenciales de 2022, en los cuales el régimen de La Habana querría que la izquierda obtuviese la victoria.
Según el documento, al cual tuvo acceso la revista Semana, uno de los medios colombianos más prestigiados, “Cuba ejecuta una estrategia de injerencia en Colombia a través de la orientación de cubanos con cobertura diplomática en organizaciones sociales solidarias, la infiltración de programas de cooperación con autoridades locales y su financiación por medio del ELN”.
Del propio embajador se asegura en el informe titulado “Estrategia de injerencia cubana en asuntos de independencia y soberanía de Colombia” que “habría sido expulsado de Estados Unidos por espionaje el 19 de agosto de 1996”.
“Fuentes cercanas a la investigación le dijeron a Semana que se indaga si él y su segundo a bordo en Bogotá estarían al tanto del plan cubano de injerencia indebida en los asuntos internos del país. Las autoridades identificaron que los tentáculos cubanos tienen interés, simpatía y relación cercana con un aspirante a la Presidencia”, detalló en enero el referido medio.
