La búsqueda de 10 personas que fueron reportadas como desaparecidas a unas 8 millas al sur de Cayo Largo, fue suspendida por la Guardia Costera de Estados Unidos.
La Guardia del sector de Cayo Hueso recibió un reporte de un buque rústico con 10 personas a bordo que partió el 7 de febrero desde Cuba. Las tripulaciones de varias embarcaciones registraron un área de aproximadamente 12,300 millas cuadradas, durante unas 86 horas.
“Independientemente de la nacionalidad, la Guardia Costera hace todo lo posible para rescatar a los que están en peligro en el mar”, dijo el capitán Adam Chamie, comandante del Sector de Cayo Hueso, según reporte de Radio Televisión Martí.
“Desafortunadamente, los migrantes que intentan entrar ilegalmente en los Estados Unidos, a menudo viajan a bordo de embarcaciones improvisadas. La mayoría de las veces, estas naves están peligrosamente sobrecargadas, tomando agua activamente y están mal equipadas para transportar de forma segura a cualquier número de personas”, precisó Chamie.
“Hicimos todo lo posible para tratar de localizar a estas 10 personas, y nuestros pensamientos son muy dolorosos sabiendo que no pudimos localizarlos y llevarlos a sus hogares con sus seres queridos”, dijo el comandante.
La travesía de balseros cubanos
El sábado pasado fue noticia que los equipos de rescate de la Guardia Costera estadounidense interceptaron en mar abierto a ocho migrantes cubanos que viajaban en una pequeña y precaria embarcación cerca de los Cayos de Florida, y el jueves fueron repatriados a la isla, según informaron las autoridades.
Un ciudadano alertó el lunes pasado a los vigilantes del sector de la Guardia Costera de Key West sobre un grupo de personas que viajaba a bordo de una rústica embarcación, detalló en un comunicado el Séptimo Distrito del Suroeste de la Guardia Costera.
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Un equipo de rescate de guardacostas de la Estación Islamorada y otro de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) se desplazaron a la zona señalada, recogieron a ocho cubanos, siete hombres y una mujer, y los transfirieron al barco guardacostas William Trump para repatriarlos.
“La Guardia Costera y nuestras agencias asociadas continuarán rescatando y repatriando a los migrantes indocumentados que se hacen a la mar en embarcaciones no aptas para navegar sin equipo de seguridad”, señaló Mario Gil, oficial de enlace con Cuba de la Guardia Costera estadounidense.
“Viajes como estos nunca merecen el riesgo. Las aguas del Estrecho de Florida son impredecibles y el riesgo de pérdida de vidas es grande en embarcaciones como esta”.
Otros tres cubanos que fueron rescatados esa semana de una isla deshabitada del archipiélago atlántico de Bahamas, donde pasaron 33 días y sobrevivieron a base de comer cocos y ratas, se mantienen bajo custodia de la agencia federal estadounidense de Inmigración.
En una declaración enviada a EFE, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) de EEUU señaló que los cubanos, dos hombres y una mujer, que fueron rescatados el martes de la diminuta isla Anguilla Cay, siguen en el Broward Transitional Center, un centro de detención para inmigrantes ubicado en el Condado de Broward, en el sureste de Florida.
“Las tres personas tendrán acceso a todos los procesos legales disponibles para ellos bajo las leyes de los Estados Unidos”, agregó la agencia federal, que también precisó que han recibido una “atención médica integral”.
Ante la llamada “crisis de los balseros”, en 1994, se estableció la hoy extinta política de “pies secos/pies mojados”, en virtud de la cual todo cubano que llegaba a territorio estadounidense podía quedarse legalmente en el país, mientras que los hallados en el mar eran devueltos a la Isla.
La puerta de entrada de cubanos sin permisos legales a EEUU estuvo abierta hasta el 12 de enero de 2017, cuando el entonces presidente Barack Obama les retiró los beneficios migratorios al cancelar por orden ejecutiva esta política.