Lucinda González reclama los derechos de su esposo el preso político, Silverio Portal Contreras.
González acusó al régimen cubano, a la Seguridad del Estado y al jefe de la prisión 1580, el teniente coronel Leyva por lo que le suceda su pareja.
"Me negaron la visita del pasado 25 de marzo y como justificación me dijeron que no estoy casada con él. Llevo dos años viniéndolo a ver y a ellos no les dio la gana de darle la visita", explicó.
"Espero que el mundo alce su voz y me apoye esta campaña para liberar a todos los presos políticos y otra por la salud delicada de Silverio a quien le han dado allá adentro dos infartos y una trombosis y sin asistencia médica", agrega.
Este miércoles también el preso político, Luis Andrés Domínguez Sardiñas, que se encuentra en la cárcel de Toledo, La Habana, denunció que no hay nasobucos para ellos en prisión y las aglomeraciones "son horribles".
La mujer cuenta que llevaba dos meses sin hablar por teléfono con él, le han negado la mínima y la extrapenal pese a su avanzada edad.
En declaraciones a Cubanet, Domínguez Sardiñas dijo que no tendrán agua en los próximos días, y que actualmente no hay ni para tomar.
Desde el año pasado, Portal Contreras denunció la falta de medicamentos que afecta a los reclusos en la prisión de Valle Grande, donde cumple una condena de 3 años y 6 meses de privación de libertad.
A través de una carta a la que tuvo acceso ADN CUBA— y que estaba dirigida a la Sección 21 de la Contrainteligencia de los Órganos de la Seguridad del Estado— Portales aseguró que le han pedido a los reclusos que “se suministren sus propios medicamentos, ya que la prisión no se los puede proveer”.
El opositor fue acusado de desorden público y desacato a las figuras de Fidel y Raúl Castro.
Silverio cuenta en su carta que luego ser detenido en casa de su madre en Alamar, fue enjuiciado al otro día en el Tribunal Popular de Centro Habana y acusado de “hablar mal de Fidel y Raúl, los dirigentes de la Revolución” frente a unas 150 personas en el Parque Central.