ADN Cuba salió a la calle a conocer cómo los cubanos celebraban el día de San Valentín en este 2020. Las opiniones que se recogieron en su totalidad coincidían en que era el más importante de los sentimientos humanos.
“Porque sin amor no hay nada”, dijo Lili, estudiante de la universidad de La Habana en una carrera de letras. Su novio, a su lado, dijo lo mismo. Se besaron. En el Crucero de Playa, avenida 31 y 42, municipio Playa, Teresa, farmacéutica del turno vespertino, indicó que había que amar todos los días, no solo el 14 de febrero.
“Yo no creo en regalitos en papel de celofán para conmemorar una fecha. En mi caso reconozco que pudiera dar más amor, y quisiera dar más amor, pero no puedo. La situación está muy dura… y una vive muy limitada, con muchos problemas… y a veces pone el amor en un segundo plano, después de la necesidad, que no es un sentimiento, pero sí una realidad”.
“En mi caso estoy clara, aquí la que se enamora pierde. Ya me enamoré una vez y me fue mal, no quiero repetir dos veces. Aunque en el amor no se manda. Es una cosa que llega y ya. Tal vez va y me enamoro de nuevo, quien sabe, mientras tanto me hago la enamorada. Con eso resuelvo”.
Elisa, economista de un círculo social obrero de Playa, expresa que el día del amor y la amistad se celebra en todos los centros de trabajo del sector, con puntualidad. “Ese día es muy esperado, como el día de las madres y el de los trabajadores, por los intercambios de regalos y la fiesta, que va a la cuenta de la empresa. Ahora ya se puede decir abiertamente San Valentín, antes había que llamarlo: el día de los enamorados. Sí, sé quién fue Valentín, un cura que casó a diestra y siniestra sin importar quienes eran. Y por eso lo quemaron”.
En el asilo de ancianos “El buen camino”, de Santa Fe, los trabajadores del centro y los internos también celebran el día de San Valentín. Se regalan flores, se abrazan, recitan poemas.
“En este asilo cada vez que llega una fecha importante se conmemora. De una manera sencilla, claro. También las fechas históricas, que a los viejitos les encantan y los entusiasman. El año pasado para este día tuvimos una boda, de dos abuelitos que ya partieron, pero se fueron felices”.
Carlos “el zurdo”, chapistero de Romerillo, tiene una opinión distinta sobre el amor. “Para mí el día del amor es cuando tengo cuatro pesos en los bolsillos y me encuentro a alguien que me gusta. Si falta alguna de esas dos cosas no hay amor. Mi concepto es que en estos tiempos, el amor está en la billetera. Las mujeres de hoy están metalizadas y cuando una te dice: te amo, es porque tiene un plan. Yo se lo digo desde el principio: el plan conmigo es fiesta”.
Para Gabriela Garro, directora de una secundaria básica en el reparto Flores, el amor es un sentimiento que se valoriza con la conducta.
“Hay muchos tipos de amor, de madre, de hijo, el amor a la familia, a la patria, el amor por los animales, el amor por uno mismo. Y la gente a veces no lo percibe, que no da amor. Yo me acuerdo antes, que existía hasta el amor al maestro. Y es cierto que son muchos los factores que inciden, para que una persona exprese y manifieste su amor, sobre todo el entorno y cómo se vive”.
“Mi esposo, que es metodólogo de la dirección provincial y máster en Pedagogía, me lo demostró ayer cuando me dijo: 'No tengo dinero para darte un regalo, pero este 14 de febrero haré todo lo que tú haces todos los días, para que descanses'. Y que mejor regalo que un descanso, para una que se mata tanto por nada”.