La cubana Nosleydi Otero denunció en un post de Facebook la detención policial arbitraria de la cual fue víctima ayer, por estar haciendo una cola en la madrugada para comprar productos básicos para sus hijos.
Más de 10 horas estuvo detenida junto a otras mujeres, que también estaban en la cola, en una celda de la estación de policía de Zapata y C, en La Habana.
“Estoy en estos momentos escribiendo esto desde una celda de la estación de policía de Zapata y C dónde me tienen detenida hace 10 horas la policía de este país que trabaja por su cuenta haciendo y deshaciendo como le parece por estar en una cola a las 5 y media de la mañana para comprar alimentos y suministros necesario para mis hijos”, así comenzó la publicación.
Otero pidió justicia y que se detenga el abuso y la corrupción que impera en Cuba donde en tiempos de coronavirus cualquier razón puede motivar a los represores del régimen a apresarte.
“Dígame donde está el delito en hacer una cola a las cinco de la mañana para poder comprar productos de primera necesidad para mis hijos y para una multa estuve 10 horas encerrada expuesta a contraer el covid porque ninguno de ellos lleva el nasobuco bien puesto y en las peores condiciones se pasaron de verdad”, relató indignada.
Varias instantáneas en la publicación muestran las pésimas condiciones donde estuvo apresada Nosleydi. La celda de Zapata y C no cumple, evidentemente con ninguna regulación sanitaria de las vigentes en el país tanto en la normalidad como durante la pandemia.
Las siete mujeres presas no presentan, según Otero, antecedentes penales de ningún tipo e incluso así las mantuvieron en cautiverio: “Hasta cuándo es la injusticia y la mariconá de estos policías que lo único que hacen es actuar por su cuenta como les parece, nos detuvieron a siete mujeres injustamente y a los demás que se encontraban en la cola no les hicieron nada... sin nada de comer y muy mal trato desde las 6 de la mañana, esto es lo más extremadamente desagradable que he pasado en mi vida ninguna de las muchachas tenemos ni antecedentes ni nada”.
El post desató varias reacciones. Muchos no comparten la opinión de esta cubana agredida por las fuerzas policiales, mientras que otros como Dianer Baluja Rivas aseguró la veracidad de la información de Otero: “(…) a casi todas las conozco del barrio y son buenas madres y excelentes personas, creo que es de admirar lo que hicieron al reportar y denunciar en las redes el abuso policial, y una vez más las mujeres dando la cara por el pueblo, las guerreras”.
Otro caso donde los derechos civiles fueron violentados es el de Mileydi Salcedo, quien fue golpeada por un policía cuando intentaba filmar los abusos que cometía y aún permanece en prisión. Salcedo luego de la paliza se dirigió a la estación de policía de Aguilera a denunciar lo ocurrido y allí la encerraron. Luego de estar varios días incomunicada fue trasladada a la estación de 100 y Aldabó, hasta que el día 5 de mayo fue trasladada a una prisión de mujeres en la capital.
En los últimos tiempos las detenciones arbitrarias son parte de la vida del cubano. La propagación de la COVID-19 en Cuba y las medidas restrictivas aplicadas por el régimen para su contención les han conferido un nuevo papel a los órganos represivos cubanos. Los agentes de policía, empoderados durante la crisis, aplican la ley según sus propios preceptos, de ahí que los atropellos y violaciones a los derechos humanos y a la libertad de expresión en la Isla sigan en aumento.