Granma reconoce que la policía reprimió a quienes intentaron llegar al Yara el 30 de junio

Granma, el diario del régimen cubano, reconoce la represión del 30 de junio, aunque siempre en defensa de la dictadura y manipulando incluso la fecha de la manifestación pacífica que convocó la sociedad civil cubana
 Granma reconoce represión policial el 30 de junio
 

Reproduce este artículo

La pluma de Iroel Sánchez sale en defensa del régimen, en las páginas donde se escribe el mejor periodismo apologético del régimen cubano: el diario Granma. La dictadura reconoce que reprimió a activistas, artistas y reporteros recientemente, aunque nunca lo dirá de esa manera. Siempre encontrará vías para ensalzar sus atropellos y convertir “los fracasos en victoria”, táctica tan manida de quienes gobiernan Cuba. 

El régimen cubano, el pasado 30 de junio, detuvo arbitrariamente y mantuvo asediados en sus domicilios a representantes de la sociedad civil cubana que estaban convocados para una protesta prevista a las 11:00 a.m. en la céntrica rampa habanera para exigir justicia por la muerte del joven de 27 años Hansel Hernández, quien murió producto de un disparo de la policía del régimen.

Sobre el hecho, Sánchez escribió:
“Las autoridades cubanas impidieron la llegada al lugar del pequeño grupo de personas que, financiadas desde el extranjero, pretendían convertir el centro político y administrativo de la capital cubana en el detonante de un Maidán tropical, y el hecho de que la población de la Isla, supuestamente ansiosa de al fin poder expresarse libremente, no acudiera masivamente al lugar fue explicado por los grandes medios de comunicación como consecuencia del «miedo a la represión» y el limitado acceso a internet existente en Cuba en aquellos momentos, aunque durante días previos los usuarios de telefonía móvil en la Isla fueron bombardeados con mensajes de texto procedentes de EE.UU. que reproducían la convocatoria”.

Lo que no explica Sánchez es que el lugar de la manifestación estaba hacinado de fuerzas policiales y de agentes de la Seguridad del Estado, prestos a reprimir a quien se apareciese en el lugar, como suele ser práctica cada vez que alguien intenta expresarse en Cuba.

En referencia a la muerte de George Floyd en Estados Unidos y evadiendo que en Cuba existe racismo y abuso policial en sus diferentes maneras Sánchez dice: “Para los fogoneros del odio, cualquier cosa sirve, no hay escrúpulos en quienes pretenden igualar un lamentable, pero excepcional incidente en Cuba, con violencia sistémica y cotidiana en EE.UU. Tal vez crean que un pueblo, inconforme y crítico como el cubano, pero con elevada cultura política, se va a dejar arrastrar por una burda manipulación financiada desde el Norte”.

Ese pueblo cubano que menciona el reportero defensor del régimen es el mismo que ha usado las redes sociales para denunciar al gobierno y a sus instituciones, cada vez que un ciudadano es víctima de tan macabro sistema. Tales denuncias eran inconcebibles hace unos años, por suerte los cubanos comienzan a ejercer, desde Internet, su derecho a expresarse, a disentir, a recuperar un país que les ha sido arrebatado.

Para colmo, Iroel manipula las fechas en su artículo. La protesta fue convocada por los activistas para el martes 30 de junio, Sánchez esgrime que fue el 1ro de julio. Claro, tal equivocación en el calendario responde a que el 1ro de julio regresaban a Cuba brigadistas del Contingente Henry Reeve y era preciso aunar fechas, para que una sirviera de contrapartida a la otra.

Además, recalca que las imágenes difundidas por medios de prensa foráneos o la prensa independiente en la Isla estaban desactualizadas porque cualquier mentira es válida para defender al castrismo: 

“Este 1ro. de julio, la popular esquina de 23 y L en el Vedado habanero y otros céntricos sitios de La Habana y capitales de provincia debieron ser escenarios de una protesta contra la violencia policial en Cuba, convocada por los mismos que fracasaron el 30 de diciembre de 2014. Ya las «tropas del régimen» se adelantaban a la capital para reprimir las protestas, según probaba la foto publicada por uno de los sitios de la prensa libertaria… Pero oh, las chapas (matrículas) de los represivos jeeps descapotados y sin armas ni nasobucos a la vista, que aparecían en la publicación, caducaron hace años, el paisaje que los acompañaba era el de Santiago de Cuba y no el de La Habana, y las edificaciones visibles en la imagen ya no existen en la realidad. Las tropas, sí, se adelantaban, pero solo en una máquina del tiempo y por las autopistas de internet”.

Para terminar Sánchez afirma que: “Sin embargo, a pesar de que ya hay más de siete millones de cubanos conectados a internet, bombardeados intensamente con propaganda fabricada en los laboratorios de guerra sicológica de cuarta generación que paga el Gobierno estadounidense, no es esa la convocatoria que decide. Las calles que se llenaron en la Isla este 1ro. de julio fueron para recibir, aun bajo la lluvia, a los brigadistas del Contingente Henry Reeve que regresaban a su país, luego de salvar a los habitantes del Principado de Andorra de la amenaza de la COVID-1”.

Sin dudas estamos frente a un texto que invita más al asco que a la reflexión porque emplea la misma retórica oxidada de siempre, esa de comparar escenarios que no son comparables, especialmente el de Estados Unidos, y utilizar casos aislados para generalizar o hablar de falta de democracia y de derechos humanos cuando en Cuba estos últimos se violan cada día con total impunidad. Una muestra de ello fue el 30 de junio, aunque la prensa cubana estatal nos cambie hasta las fechas.

 

Relacionados