Miguel Osorio Rodríguez, residente en el municipio Contramaestre, Santiago de Cuba, colaboró durante 12 años con la Seguridad del Estado, pero se dio cuenta que la llamada "Revolución" fue una gran mentira.
El educador de profesión, cuenta a ADN Cuba que fue captado por la Seguridad del Estado para ser colaborador, donde pasó un curso llamado Combatiendo al Enemigo. Entre sus misiones se encargaba de velar por las visitas a su municipio; y recuerda que se vigilaba a las personas pertenecientes a la columna de Huber Matos y a los religiosos.
Con solo 13 años fue alfabetizador y luego dedicó toda su vida a ser maestro. Cuando cursaba la secundaria fue captado para cursar una escuela en La Habana, donde prometían que saldría siendo Ingeniero Agrónomo, y fue un engaño, ya que realmente los tenían como soldados y cortando caña. Al pedir la baja tuvo problemas ya que fue expulsado por 'mala actitud ante el trabajo'.
Luego pasó otra escuela para ser mecánico, donde también lo explotaban. Él explicó que en una ocasión se fugó, lo que le costó tres meses de cárcel en La Cantera de Miranda por ausencia injustificada al mando.
Posteriormente empezó a trabajar como maestro en el poblado de Baire, y como no se podía pedir la baja continuó toda su vida en esa labor hasta convertirse incluso en Master de la Educación.
Cayó alrededor de tres años enfermo, donde se desencantó del régimen ya que no tuvieron ninguna atención hacia él.
Al reincorporarse al empleo dejó de ser colaborador de la Seguridad del Estado y se dedicó a superarse y a denunciar mediante cartas a los jefes del gobierno, como Fidel y Raúl Castro, sus inquietudes con el maltrato a los maestros y con el sistema socialista.
"Fidel Castro impuso la máxima de que toda opinión crítica al sistema, era contrarrevolución".
