La prensa del Sur de Florida han anunciado este lunes una noticia que a muchos resulta sorprendente: un familiar de Raúl Castro y del jefe del emporio militar GAESA (que controla la mayor parte de la economía cubana), expone cinco obras de arte en la Art Bassel de Miami.
Según un reporte de América TeVé, se trata de Arlés del Río, quien estaría casado con una nieta de Raúl Castro. El canal cita a un investigador del sitio “Cuba al Descubierto”, que asegura que el artista detrás de las obras es la pareja desde hace años de Vilma Rodríguez Castro, nieta del dictador cubano e hija del general Luis Alberto Rodríguez López- Calleja.
Las obras de Arlés del Río forman parte del proyecto colectivo “al apartamento”, de artistas de La Habana, y se exhiben ahora en Miami Beach. La nota revela que en 2014 el artista, nieto político de Castro, mostró sus obras en Nueva York y hasta ofreció declaraciones públicas.
El reporte del canal asegura que esta vez el joven no viajó a Miami.
La Miami Art Week 2019, que se desarrolla hasta el próximo 8 de diciembre, cuenta con una “importante representación del arte cubano”, según la ha definido la revista Vistar.
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En la Art Bassel de Miami Beach, se presentan obras de unos 4 mil artistas y más de 200 galerías de diferentes países. Una recopilación de proyectos cubanos que participan en el encuentro, realizada por la revista antes mencionada, incluye al proyecto El Apartamento, “representado por Untitled, Art”, y con obras de los artistas Orestes Hernández, Osvaldo González, Ariel Cabrera y Arlés del Río.
En las últimas horas trascendió otra curiosa noticia relacionada con la feria: un plátano fijado a la pared con un pedazo de cinta aislante. “Comidian” (Comediante) es una obra del célebre artista italiano Maurizio Cattelan, que ya ha provocado varias polémicas cuando presentó en el Guggenheim de Nueva York un inodoro real de 18 quilates o diseñó una escultura del Papa Juan Pablo II aplastado por un meteorito.
La singular obra conceptual está a la entrada de la galería de Emmanuel Perrotin, galerista de Cattelan desde hace 27 años. Ha sido él el encargado de fijar el precio de 120 mil dólares por la obra del autor.
Este jueves se vendieron las dos primeras ediciones de la obra, que fue repuesta de inmediato; pero el precio ahora ha subido hasta alcanzar la asombrosa cifra de 150 mil dólares, y tanto el galerista como el artista esperan que alguna de las ediciones sea comprada por algún museo.