La joven manicura cubana Ibett Sánchez, de 31 años, sigue conquistado con su trabajo en Miami a celebridades de la farándula latina como la reguetonera colombiana, Karol G. Pero, ¿quién esta chica y cómo llega a este mundo?
Según la propia Ibett en una entrevista con el Diario Las Américas, se adentra en ese mundo sin apostarle del todo, sino como algo adicional que le diera dinero, mientras estudiaba alguna carrera seria en el mundo de la salud. Pero su maternidad le trastocó los planes y de paso le dio una profesión donde goza de muchísimo prestigio.
“Decidí prepararme para ser manicurista porque lo vi como un oficio que me permitiría ganar dinero mientras estudiaba. Lo consideraba algo sencillo y flexible para poder producir ingresos y administrar mi tiempo mientras desarrollaba una carrera ‘seria’ en el área de la salud, pero me embaracé y los planes cambiaron”, dijo al respecto en esa conversación.
Los diseños en las uñas de sus clientas suelen ser únicos, dada la perfección y la complejidad de los mismos. Igualmente se distingue por los tonos y la precisión con la que acaba sus arreglos. No por gusto la reguetonera Karol G la elige una y otra vez, así como la modelo profesional, Clarissa Molina.
“Confieso que no me di cuenta cómo ocurrió todo. Empecé a hacer videos con lo poquito que sabía e iba aprendiendo. Inicialmente me seguían solo mis familiares y amigos, hasta que llegamos a construir una comunidad de casi 250 mil seguidores en Instagram”, añadió.
“Nunca me imaginé lograr tanto con el mundo de las uñas, hasta el punto de que ya no hago uñas, solo me dedico a impartir clases y liderar mi marca. Todo se lo debo al apoyo de mi familia y en especial de mi esposo, Yosmel Martínez. Me emociona saber que puedo ayudar a otras madres y mujeres que hoy también pueden vivir de este oficio tan hermoso y solicitado”, agregó.
Sánchez llegó a Estados Unidos en 2014, con una hija. Hace apenas tres años comenzó en el mundo de las manicures y actualmente ya no hace arreglos, pues solo se dedica a enseñar y empoderar a otras mujeres que siguen su mismo camino.
“En Cuba no tenía ningún sueño, y hoy me veo como líder de una empresa que sigue creciendo y transformando la vida de cientos de mujeres. Espero que ellas también puedan cumplir sus metas como lo he hecho yo”, concluyó la joven.