Como parte de las nuevas medidas para el comercio informadas ayer en el espacio televisivo del régimen Mesa Redonda, los trabajadores privados cubanos podrán importar y exportar bienes y servicios siempre que empresas estatales especializadas les brinden y faciliten los trámites, como una manera de control estatal.
El ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz destacó la importancia de la exportación en la nueva estrategia que despliega el régimen y sostuvo que “no podemos ver la exportación segmentada al sector estatal”.
El funcionario dijo que no era necesario esperar por tener todas las condiciones para iniciar esta medida: “Hay trabajadores no estatales que no tienen personalidad jurídica, la tendrán cuando tengamos la legislación lista para la constitución de las micro, pequeñas y medianas empresas. Pero no tenemos que esperar por ese paso para que ellos puedan exportar”.
Por el momento, el gobierno cubano estudia la manera para que las exportaciones sean viables y qué productos y servicios del sector cuentapropista pueden ser vendidos a otros países.
La parte privada y la estatal decidirán de conjunto los precios de las importaciones o de las exportaciones siempre basándose en los mercados aledaños al cubano. Además, existirá un contrato entre las partes estatal y no estatal.
Serán, por ahora, unas 37 empresas especializadas en la actividad de comercio exterior para brindar los servicios de importación y exportación a las formas de gestión no estatal. Según el medio de prensa la parte legal que sustenta esta nueva medida, la resolución 315/20 aparecerá en los próximos días en la Gaceta Oficial.
“Del ingreso que se reciba por la exportación, solamente se le descontará un pequeño margen comercial por la empresa estatal que le brinda la posibilidad de exportar y también habrá que descontarle el resto de los gastos que estén asociados a la operación. Después de que sean deducidos estos, y a partir de lo que acuerden las dos partes, un porciento a determinar se retendrá en divisa y se deposita en la cuenta de la forma no estatal y el resto se pondría en las otras cuentas en CUC o CUP” informó el diario oficialista Granma al respecto.
“En el caso de las importaciones, tendremos que incluir el precio de la adquisición de la mercancía y también otros gastos (logísticos, aduanales y de transportación), que serán pagados a través de las cuentas bancarias en divisas”, expresó.
Las formas de gestión no estatal para toda esta tramitación deben poseer cuentas corrientes en divisas, que es en definitiva lo que persigue le régimen, además de otras cuentas en las monedas cubanas. Los bancos habilitados para prestarles el servicio son el Metropolitano, el Popular de Ahorro y el de Crédito y Comercio. Sin estas cuentas bancarias sería imposible desarrollar esta nueva disposición.
Con el objetivo de eliminar la circulación de divisa en efectivo el régimen dispuso que solo se pueda extraer moneda nacional de estas tarjetas en MLC. Malmierca Díaz señaló que es fundamental que los cuentapropistas retengan las divisas para reaprovisionarse y poder así continuar sus ritmos productivos y exportar más adelante.
Sobre la manera de adquirir la moneda libremente convertible, el ministro precisó que: “Con la propia exportación y el porcentaje que se retiene en la cuenta, con transferencias bancarias en moneda libremente convertible que pueden venir desde el exterior o bancos cubanos donde haya cuentas con liquidez. Fincimex, por ejemplo, lo podrá hacer”.
Sin embargo, de todas las informaciones de la Mesa Redonda de ayer lo que más preocupa al cubano es la apertura de tiendas en divisas para la venta de comida y aseo. Seguramente estas tiendas estarán mejor surtidas que las habilitadas para el cubano que no recibe dólares y tiene que vivir con un exiguo sueldo en moneda nacional.